Publicado: noviembre 17, 2025, 1:00 pm
«Te mueres antes por falta de sueño que por falta de agua«. Semejante afirmación del doctor Álvaro Campillo, cirujano general y digestivo en el Hospital General Universitario J.M. Morales Meseguer (Murcia) y asesor médico de Kobho Labs, pone el foco en la trascendental influencia del descanso nocturno en la salud general y la longevidad, hasta el punto de afectar a la calidad y la esperanza de vida.
Y es que el buen descanso es, según los profesionales de la salud, un seguro de vida, a pesar de que casi la mitad de la población adulta en España no disfruta de un sueño de calidad, según informa la Sociedad Española de Neurología (SEN). Y dice aún más, que hasta 4 millones de ciudadanos padecen algún tipo de trastorno del sueño grave, a pesar de un infradiagnóstico manifiesto.
«Un mal descanso sobrecarga peligrosamente el organismo»
Aunque en muchos casos queramos quitarle importancia, ‘hoy no he dormido bien’, ‘me levanto cansadísimo’, o ‘no consigo dormirme al acostarme y me desvelo en medio de la noche’ no son frases inocentes e inofensivas, sino que encierran un verdadero problema de salud pública. En palabras del doctor, «dejar de dormir las horas necesarias, o hacerlo de la manera inadecuada no es una tontería sin importancia, sino un problema serio del que deberíamos hacernos cargo cuanto antes».
¿Y cuál es la razón de esta advertencia del doctor? «Un mal descanso sobrecarga el organismo, daña el funcionamiento de órganos vitales como el corazón, los riñones o los pulmones, y puede ser fatal. Hay diversos estudios que acreditan que dormir menos de 5 o 6 horas al día aumenta un 13 por ciento el riesgo de muerte y acorta la vida hasta en un año».
Por citar un ejemplo bastante clarificador, el experto menciona una reciente investigación publicada en la revista científica Nature Communications. «De este estudio se desprenden conclusiones alarmantes como que dormir menos de 6 horas por noche de manera crónica está asociado con un mayor riesgo de desarrollar demencia en edades tempranas».
«La privación del sueño no es un método de tortura por casualidad»
Ante la pregunta que todos nos podemos estar haciendo en este momento, sobre cuáles son las consecuencias en nuestro organismo de dormir poco y/o mal, podríamos responder que la privación de sueño es uno de los métodos de tortura más eficaces a lo largo de la historia, y eso no es por casualidad. Y es que, si se desajustan los ritmos circadianos, se altera por completo el funcionamiento de nuestro organismo.
“Si padeces problemas de cronodisrupción, tu estómago va a sufrir, generarás altos niveles de inflamación, tendrás malas digestiones, eso afectará a tu nivel de bienestar y a tu sistema inmune, aumentará tu nivel de estrés, tendrás menor claridad cognitiva y empeorará tu salud mental. En definitiva, un mal descanso desencadena toda una serie de peligrosos factores que nos dañan de diversas maneras y nos pueden hacer enfermar de una manera leve o severa si se cronifica, padeciendo hipertensión, diabetes, hígado graso, cardiopatías, cáncer…”.
La función de la melatonina
Álvaro Campillo añade que no existe una mejor inversión en nosotros mismos que «descansar adecuadamente y dormir bien. Todos venimos de serie con un mecanismo maravilloso que es la melatonina, que se activa a medida que va cayendo el día y va habiendo menos luz. Se la conoce como la hormona del sueño porque se produce por la noche en el cerebro, y sus funciones incluyen un poder antioxidante y antiinflamatorio muy potente, también es antiaging, cardioprotectora, mejora la circulación de la sangre, el control glucémico y la función de la microbiota y del sistema inmune».
Y es que «en todas las células del organismo hay receptores para la melatonina, pero se produce en tres sitios fundamentalmente: en la glándula pineal del cerebro (genera relajación), en la piel por acción del sol (protege de los radicales libres) y en el tubo digestivo (mejora y protege la microbiota y la función del sistema inmune). Si te pones a ver una pantalla o te activas cuando deberías estar entrando en modo relax, vas a interferir en la producción de melatonina, con todo lo que ello significa de perjudicial».
Durante el descanso nocturno necesario, el organismo repara tejidos y músculos; regula hormonas como la insulina, el cortisol, la melatonina y la hormona de crecimiento; consolida la memoria y procesa información; elimina toxinas del cerebro a través del sistema linfático y modula los procesos oxidativos a través de la melatonina.
El buen sueño se prepara durante el día, no 5 minutos antes de acostarnos
Tomar medicamentos para dormir, como norma, no es en ningún caso la solución, e incluso podría ser peor el remedio que la enfermedad. «Si se acude de manera constante a los medicamentos acabaremos por necesitar cada vez una mayor cantidad para conciliar el sueño y al día siguiente nos levantaremos con modorra, falta de claridad mental, apatía, etc. y entraremos en un círculo vicioso que cada vez será más difícil salir».
Como máxima a tener muy presente, sin concesiones, el experto recomienda que «el buen sueño hay que prepararlo durante el día, sometiéndonos a la luz natural, siguiendo horarios regulares, haciendo ejercicio a más tardar dos horas antes de la cena, teniendo una buena alimentación (rica en vegetales, fitoquímicos y antioxidantes) y reduciendo los estímulos desde finales de tarde».
Y añade: «Debemos adelantar la cena de manera que la última comida sea a las ocho, dos horas antes de acostarnos para conseguir un descanso reparador. La digestión es un proceso en el que intervienen muchos elementos y facilitamos al cuerpo si estamos en posición vertical, no horizontal. Además, debemos dejar ventanas de no ingesta, un tiempo suficiente para que las bacterias buenas actúen en nuestro sistema digestivo. Y es que conseguir una microbiota sana no solo nos va a ayudar a dormir, sino que también mejorará nuestro sistema de ánimo, inmune, etc. Todo está interrelacionado».
Suplementación para dormir… ¿un aliado?
A pesar de que la suplementación con melatonina es interesante y la más utilizada entre la población, «su utilidad dista mucho de ser el remedio universal», matiza el doctor. El experto considera que el problema del sueño tiene que abordarse desde una perspectiva más global, tratando asuntos como el embotamiento o la somnolencia al despertar, la mejora en la inducción del sueño, en su duración etc.
En cuanto a la fórmula perfecta, desde Kohbo Labs aclaran que cualquier suplemento que tenga por objetivo abordar el sueño de una manera integral debería tener al menos otros 5 o 6 principios, además de melatonina: magnesio, valeriana, ashwagandha, el L-triptófano, etc. Existen preparados completos como Neura Sleep que contienen todos los ingredientes para propiciar un sueño reparador, y que deben tomarse siempre con el asesoramiento profesional previo, según necesidades.
