Publicado: abril 21, 2025, 12:30 am
El 1 de abril de 1991 se creó la Unidad de la Mujer del Hospital Ruber Internacional de Madrid , convirtiéndose en una de las primeras unidades especializadas de este tipo en España. Integrada por un equipo multidisciplinar compuesto por 12 ginecólogos expertos en diversas subespecialidades, además de matronas, enfermeras, psicólogas clínicas, fisioterapeutas, nutricionistas, personal administrativo y auxiliares, la Unidad ofrece atención personalizada, inmediata y acceso a las técnicas y tecnologías más avanzadas. «No fue una idea mía, fue una iniciativa de quienes dirigían entonces el Ruber», recuerda el profesor y doctor Juan José Vidal Peláez , quien 34 años después continúa al frente de la Unidad. Desde sus inicios, la Unidad ha experimentado una profunda evolución. La figura de la mujer ha ganado protagonismo en la sociedad, lo que también se ha reflejado en el ámbito médico. En paralelo, los avances tecnológicos han revolucionado el diagnóstico y la atención médica. Las ecografías son un ejemplo claro: de imágenes rudimentarias a exploraciones de alta definición que permiten detectar con precisión malformaciones fetales», asegura el Dr. Vidal. «Las ecografías son un ejemplo claro: pasamos de imágenes rudimentarias a exploraciones de alta definición que permiten detectar con gran precisión malformaciones fetales», explica el Dr. Vidal. Estos avances se complementan con el desarrollo en genética, que permite confirmar diagnósticos ecográficos mediante estudios detallados. Gracias a esta integración, la Unidad se ha consolidado como un referente en salud femenina, combinando asistencia médica de excelencia con innovación científica. «Disponemos de equipos de última generación que permiten diagnósticos certeros. Estamos cuidando lo más importante para ellas: sus hijos», afirma la Dra. Sara Rubio , jefa adjunta de diagnóstico prenatal. En la Unidad de Diagnóstico Prenatal de Ruber Internacional, la precisión, la tecnología de vanguardia y el acompañamiento humano se combinan para ofrecer a cada mujer una atención personalizada y de máxima calidad. «Tenemos un compromiso con la excelencia diagnóstica», dice. «Son momentos muy importantes para nuestras pacientes -añade-. Tenemos consultas muy personalizadas y tiempo para dedicar al diagnóstico, para analizar detalladamente si el bebé tiene alguna alteración o no». La Unidad de la Mujer combina el seguimiento ecográfico con pruebas genéticas avanzadas, como los test prenatales no invasivos, seguros tanto para la madre como para el bebé, y técnicas invasivas cuando son necesarias (amniocentesis o biopsia corial). Hoy, el diagnóstico prenatal no solo identifica alteraciones comunes como el síndrome de Down, sino también anomalías genéticas cada vez más específicas. «Cada vez los diagnósticos son más certeros. Podemos ver enfermedades que antes no se detectaban», señala la Dra. Rubio. Otro cambio significativo ha sido el seguimiento del embarazo. Según la Dra. Rubio, las mujeres están cada vez más concienciadas sobre su importancia, lo que ha impulsado nuevas prácticas como la consulta preconcepcional. El seguimiento incluye controles mensuales, ecografías de alta resolución, evaluación de peso, tensión, alimentación, y nuevas áreas como la rehabilitación del suelo pélvico, preparación al parto, lactancia y gestión emocional. También se ofrecen ecografías emocionales en 3D, 4D y 5D, que permiten a las familias ver al bebé en tiempo real con un nivel de detalle sorprendente. Pero la atención no termina con el parto . La Unidad de la Mujer también acompaña a las pacientes en el posparto, reafirmando su compromiso con la salud integral de la mujer en todas las etapas de su vida. La Dra. Elena Meli á, jefa de la Unidad de la Mujer en Ruber Internacional Centro Médico Habana, subraya un aspecto esencial y humano de la Unidad: «Muchas mujeres llevan con nosotras toda la vida. Las has acompañado desde adolescentes, les haces tratamientos de fertilidad, llevas su embarazo… se crea una relación, un acompañamiento que pocos sitios pueden ofrecer». Más allá de la tecnología, lo que distingue a esta Unidad es el modelo de seguimiento personalizado. «Este enfoque centrado en la continuidad del trato y la confianza entre paciente y médico es uno de los pilares diferenciales; el equipo médico comparte cada caso, se apoya mutuamente, pero siempre con la figura de referencia que guía a la paciente en todo momento», explica el Dr. Vidal. Una de las áreas más sólidas de la Unidad de la Mujer es la de reproducción asistida. Las pacientes tienen acceso a todas las técnicas disponibles, desde la inseminación artificial hasta la fecundación in vitro (FIV) con opciones como: preservación de fertilidad (vitrificación de óvulos); donación de ovocitos; diagnóstico genético preimplantacional; transferencia de embriones congelados, etc. «La información es fundamental. Las pacientes deben saber las opciones que existen, desde vitrificar ovocitos a los 30 hasta las tasas de éxito reales de cada técnica», señala la Dra. Meliá. En esta línea, el Dr. Julio Álvarez Bernardi, experto en oncología ginecológica, subraya la importancia de informar adecuadamente a pacientes oncológicas jóvenes, que pueden preservar su fertilidad antes de tratamientos agresivos. «Les explicamos que después del cáncer pueden ser madres. La preservación de óvulos , la preservación uterina, la transposición ovárica y uterina u otros procedimientos puede darles esa oportunidad». En las últimas décadas, la Unidad ha sido testigo y protagonista de una transformación radical en el abordaje del cáncer ginecológico. La clave: la evolución tecnológica y una apuesta firme por la cirugía de mínima invasión, el diagnóstico precoz y la personalización del tratamiento. «La cirugía mínimamente invasiva ha revolucionado nuestro campo. Menos agresiva, con menos complicaciones y más segura para nuestras pacientes», reconoce el Dr. Julio Álvarez Bernardi , jefe de cirugía Oncológica Ginecológica. Hasta principios de los años 2000, gran parte de las intervenciones ginecológicas, tanto benignas como oncológicas, se realizaban mediante cirugía abierta, con mayor riesgo, agresividad y tiempos de recuperación prolongados. «Hoy, la laparoscopia, la cirugía robótica y últimamente la cirugía por orificios naturales (V-NOTES vaginal natural orifice transluminal endoscopic surgery) nos permiten intervenciones mucho más seguras , menos traumáticas» y más rápida recuperación para nuestras pacientes, asegura el Dr. Álvarez Bernardi. Gracias al desarrollo tecnológico, hoy se dispone de herramientas como, la cirugía guiada por fluorescencia o incluso modelos quirúrgicos 3D previos a la operación, que permiten planificar con máxima precisión. «Podemos hacer modelos predictivos en 3D a partir de resonancias o TAC. Esa planificación nos permite una cirugía más precisa, segura y personalizada». En este sentido, la inteligencia artificial (IA) está ganando protagonismo en oncología ginecológica, especialmente en el área quirúrgica: superposición de imágenes en tiempo real; modelos anatómicos predictivos; localización precisa de lesiones, o simulaciones preoperatorias con realidad aumentada. «Todo esto se traduce en mayor precisión quirúrgica, menor morbilidad y mejores resultados», destaca el Dr. Álvarez Bernardi. La inteligencia artificial también se ha introducido en el ámbito de la reproducción asistida, mejorando desde el análisis de imágenes hasta la personalización de tratamientos. Aun así, la Dra. Meliá advierte: «La IA ayuda, pero no sustituye. La medicina debe seguir siendo humana. Hay que interpretar los datos con empatía y conocimiento del contexto personal de cada mujer». La menopausia, históricamente relegada, ocupa hoy un lugar destacado en la Unidad. Dada la mayor esperanza de vida de las mujeres, se ha creado un área específica para esta etapa, abordada desde una perspectiva multidisciplinar. En 2002, el estudio WHI ( Women’s Health Initiative ) generó un gran rechazo hacia la Terapia hormonal Sustitutiva (THS) al asociarla con mayor riesgo cardiovascular, cáncer de mama y trombosis. Esto provocó una caída del 80% en su prescripción. «Ese estudio trataba a mujeres mucho mayores y con un tipo de hormonas que no usamos aquí. Los resultados no son aplicables a nuestras pacientes», señala la Dra. Meliá. Esta Unidad aborda la menopausia desde un enfoque multidisciplinar, con el apoyo de ginecólogas expertas, psicólogas, psiquiatras, y especialistas en suelo pélvico y sexología. «Si la paciente necesita apoyo emocional, lo tiene. Si necesita ayuda sexual, la tiene. Y si hay un problema físico, lo tratamos», destaca el Dr. Vidal. El modelo de la Unidad de la Mujer no es cerrado, sino transversal: incluye colaboración con reumatólogos, endocrinos, sexólogos, psiquiatras y psicólogos, entre otros. El Dr. Vidal concluye: «Nuestro sello es l a personalización, el acompañamiento, la escucha activa y seguimiento emocional y el rigor científico en cada tratamiento ».