Publicado: julio 3, 2025, 5:30 pm
Al menos 1.500 peces han muerto este jueves en un río de Austria como consecuencia del calor, según han detectado las autoridades del país. Por ello, han alertado de la «grave amenaza» que supone para muchas especies piscícolas la canícula que azota estos días Europa central.
Este calor extremo, junto a una escasa escorrentía debido a la falta de lluvias, ha reducido el nivel de oxígeno de las aguas dulces. «El jueves se descubrieron alrededor de 1.500 peces muertos en el río Krems», a la altura del sur de la ciudad de Linz, capital del estado federado de Alta Austria, ha informado el consejero estatal de Medio Ambiente, Stefan Kaineder, en un comunicado.
«Estamos observando que la combinación de calor prolongado, falta de precipitaciones y lluvias torrenciales aisladas está agravando aún más la contaminación de las vías fluviales«, ha declarado el experto. Kaineder ha calificado esta situación como una señal más de la presión que el cambio climático ejerce sobre los ecosistemas.
«Los peces se asfixiaron; fue una experiencia bastante dolorosa», declaró el portavoz de Kaineder a la agencia local APA. Las altas temperaturas, combinadas con la baja escorrentía, están provocando una drástica disminución del contenido de oxígeno en el agua, no solo en Austria, sino en toda la región.
En la vecina República Checa se ha informado de la muerte de casi toda la población piscícola de lago Modlanska, al norte del país, donde entre el fin de semana y el martes pasado se recogieron más de once toneladas de pescado muerto, según Jan Skalsky, portavoz de la Asociación Checa de Pesca. Según los meteorólogos, Austria vivió este jueves el punto culminante de la actual ola de calor, con hasta 38 grados centígrados en el este del país.