Publicado: marzo 22, 2025, 6:30 am
Las molestas pruebas invasivas de vejiga que se utilizan para diagnosticar la incontinencia urinaria en mujeres podrían tener los días contados. Lo asegura un estudio de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido) que ha demostrado que un técnica más sencilla, basada en la Evaluación Clínica Integral (ECI). Publicados en ‘ The Lancet ‘, los resultados muestran que la ECI ofrece resultados similares a las pruebas urodinámicas invasivas, evitando así procedimientos incómodos y potencialmente humillantes. El trabajo, presentado en el Congreso de la Asociación Europea de Urología (EAU) que se celebra Madrid, es el primer ensayo controlado aleatorizado que analiza la efectividad clínica y la rentabilidad de las pruebas urodinámicas invasivas en comparación con la ECI. En total participaron 1.099 mujeres de 63 hospitales del Reino Unido, todas con vejiga hiperactiva o incontinencia urinaria de urgencia que no respondían a los tratamientos iniciales. Las participantes fueron divididas en dos grupos: uno sometido a pruebas urodinámicas invasivas y otro que recibió únicamente la Evaluación Clínica Integral. La ECI es un método no invasivo utilizado para diagnosticar la incontinencia urinaria en mujeres. Consiste en una combinación de herramientas de evaluación que incluyen un cuestionario médico detallado para conocer el historial clínico de la paciente; exploración física exhaustiva para identificar signos físicos de incontinencia; un diario urinario, donde la paciente registra la frecuencia y los episodios de incontinencia, y la prueba de la tos, para evaluar la incontinencia de esfuerzo. Además. se realiza un análisis de orina para descartar infecciones u otras anomalías. A diferencia de las pruebas urodinámicas invasivas, la ECI no requiere la inserción de catéteres en la vejiga y el recto o la vagina, lo que la hace menos molesta y más accesible para las pacientes, explica Mohamed Abdel-Fattah , director del Centro de Investigación en Salud Femenina de la Universidad de Aberdeen,. Tras un seguimiento de hasta 24 meses, se observó que el 23,6 % de las mujeres que realizaron pruebas urodinámicas invasivas reportaron una mejoría significativa, frente al 22,7 % de aquellas que solo fueron evaluadas con ECI. Esto sugiere que ambas estrategias ofrecen resultados comparables, sin que las pruebas invasivas aporten un beneficio clínico adicional. Las pruebas urodinámicas invasivas, que implican la inserción de catéteres en la vejiga y el recto o la vagina para medir la presión , han sido descritas como incómodas y humillantes por muchas mujeres. Sonia tiene 50 años y desde hace 5 sufre de este problema. Su experiencia con las pruebas urodinámicas invasivas es bastante negativa. «Es algo muy incómodo y doloroso. La vía que se introduce puede producir dolor y orinar delante de una enfermera y un urólogo no es fácil». El profesor Abdel-Fattah destaca: «Nuestro estudio demuestra que la Evaluación Clínica Integral es suficiente para guiar el tratamiento de muchas mujeres, sin necesidad de recurrir a pruebas invasivas que generan incomodidad y estrés». Los investigadores también analizaron la rentabilidad de ambos enfoques, concluyendo que la Evaluación Clínica Integral es una alternativa más asequible. Las pruebas urodinámicas requieren equipamiento especializado y listas de espera prolongadas, mientras que la ECI puede ser realizada por un médico o una enfermera especializada sin necesidad de recursos adicionales. El profesor Benoit Peyronnet, de la Universidad de Rennes , agrega: «Muchos países europeos tienen largas listas de espera para estas pruebas invasivas , lo que retrasa el tratamiento y agrava la situación de las pacientes. Estos hallazgos deberían influir en la forma en que los médicos abordan la incontinencia femenina». Dado que la incontinencia urinaria afecta a millones de mujeres en el mundo -se calcula que en España la sufren una de cada tres mujeres a partir de los 50 años, y uno de cada cuatro hombres-, los hallazgos de este ensayo podrían cambiar la forma en que se diagnostica y trata esta afección. Reducir el uso de pruebas invasivas no solo mejora la experiencia de las pacientes, sino que también optimiza los recursos del sistema de salud. Los investigadores sugieren que los médicos sean más selectivos al derivar a las mujeres a pruebas urodinámicas invasivas y prioricen la Evaluación Clínica Integral en la mayoría de los casos.