Publicado: octubre 4, 2025, 12:30 pm
La República Checa ha hecho más por Ucrania que casi cualquier otro estado de Europa. El primer ministro Petr Fiala fue uno de los primeros jefes de gobierno en viajar a Kiev tras el inicio de la invasión rusa y entregó tanques a Kiev cuando la mayoría de sus homólogos europeos aún dudaban. Su país, con 10 millones de habitantes, ha acogido a 400.000 ucranianos. La abrumadora victoria electoral del populista de derecha Andrej Babis amenaza ahora, sin embargo, con marcar un nuevo rumbo dirigido hacia el Kremlin. Con un 36,16% de los votos, en las elecciones celebradas este viernes y sábado en la República Checa, su partido ANO es el más votado. «Parece un gran resultado para el movimiento ANO«, adelantó recién terminado el recuento el vicepresidente de ANO, Karel Havlícek. La sede de ANO está situada en Babická, en el distrito 4 de Praga, el barrio más empresarial al sur del centro histórico. Babis ha llegado con los brazos en alto, en pose de ganador, aunque dependerá de los socios de coalición que logre sumar para formar gobierno. Hace unas horas, todavía confiaba en una mujer dispuesta a esa alianza, la también populista, en su caso de izquierda, Katerina Konecná. Durante la campaña electoral, Konecná agitó el sentimiento contra la ayuda a Ucrania y el supuesto «dictado de Bruselas». Su Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM) forma parte desde 2023 de la coalición Stacilo!, que recoge un voto de protesta y ruptura contra la austeridad, contra la guerra en Ucrania, y contra la política de Bruselas. Pero Stacilo! ha logrado en las urnas solamente el 4,43%, sin llegar al 5% que marca el mínimo exigido por la ley para obtener presencia parlamentaria. «Nos han atacado con demandas, hemos soportado linchamientos mediáticos, nos hemos enfrentado a campañas en contra de otros partidos políticos y, por lo tanto, el resultado de las elecciones probablemente corresponde a esta situación», ha justificado el fundador y presidente de Stacilo!, Daniel Sterzik. Este revés le podrá las cosas más difíciles a Babis, que todavía puede contar con el partido Svoboda a prímá demokracie (Libertad y Democracia Directa) SPD, una formación política nacionalista, euroescéptica y populista de derecha, liderada por Tomio Okamura. Fundado en 2015 como escisión del partido Úsvit, el SPD ha ganado notoriedad por su discurso antiinmigración, su rechazo a la integración europea y su defensa de la democracia directa. En las urnas ha alcanzado el 7,91%. «Hace unos tres o cuatro meses, después de la escisión, las agencias demoscópicas nos daban hasta el 15%. Todo parecía muy optimista. Sin embargo, en los últimos tres meses, parte del electorado, entre el 3% y el 4%, se ha inclinado a votar por ANO y eso nos ha perjudicado», hacía balance uno de sus diputados, Radim Fiala. La alianza de centroderecha y proeuropea Spolu (Juntos), del primer ministro Petr Fiala, solo ha alcanzado el 22,52% de los votos. Una gran coalición con Babis no está sobre la mesa. El vicepresidente de ODS y ministro de Transporte, Martin Kupka, aseguraba anoche que no puede imaginar la cooperación postelectoral con ANO debido a la diferencia en los programas y calificaba los debates sobre el futuro de la coalición como «prematuros». El partido Starostové a nezávislí (STAN), en español Alcaldes e Independientes, una formación política checa de corte liberal, municipalista y proeuropea, que ha ganado peso en la política nacional en la última década, le sigue con el 11%. «Sería mejor que los alcaldes comenzaran un gobierno con Andrej Babis, porque permitiría renovar el debate político en la República Checa», ha defendido durante el recuento de votos Patrik Eichler, director de la Academia Democrática Masaryk, en una intervención en Radiozurnál. Como nuevo elemento en las quinielas de coalición, aparece además el más recientemente creado partido de Automovilistas para sí mismos, que promueve la libertad ultraderechista y la democracia directa y que aparca por primera vez en el parlamento checo, con el 6,85% de los votos. Son vistos como posibles socios de coalición para Babis, pero las negociaciones pueden dar alguna sorpresa. Su líder, Petr Macinka ha brindado celebrando el resultado y ha declarado que «esto pinta muy, muy bien». »¡Misión cumplida!«, ha celebrado el eurodiputado Filip Turek, que además ha anunciado con las urnas todavía calientes que dimitiría de su mandato en el Parlamento Europeo para centrarse ahora en la política nacional.