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Es de sobra conocido que México y Estados Unidos son naciones con una profunda relación comercial. Alrededor del 21% de lo que les exportamos son vehículos, autos el 8% de nuestras exportaciones, partes el 7.5%, camiones de transporte 6%, todos estos con un alto contenido de insumos (alrededor de 30%) que provienen de los propios Estados Unidos y en una buena proporción producidos y exportado por empresas de ese país o con operaciones en esa nación. Además, el 8.7% de lo que exportamos son ordenadores, el 3% pantallas de video, 2.3% dispositivos médicos, el 2% equipos de grabación, 1.5% refrigeradores, el 1.4% aire acondicionado y el 1% materiales de oficina. También las exportaciones de maquinaria y equipos industriales representan alrededor del 10 por ciento. Se trata de productos que a diario son adquiridos por los consumidores y las empresas norteamericanas, por lo que elevar su costo tendrían efectos inflacionarios y muy negativos en la competitividad de su economia.
En cambio, el contenido de algunas de las importaciones de México a Estados Unidos proviene de actividades económicas menos complejas. El 20% de lo que les importamos proviene de petróleo refinado, gas y otros minerales. Si consideramos que de nuestras exportaciones a ese país el 5% es petróleo, entonces, en realidad les exportamos crudo y, por el momento, nos lo regresan refinado, buen negocio para ellos, hasta ahora. Sin embargo, otras importaciones están en insumos industriales, ya que el 5.6% de los que nos exportan son partes de autos, que integramos a los autos que después les exportamos. Lo mismos sucede con circuitos integrados que representan el 3.4% de sus exportaciones a México, partes para maquinaria de oficina son el 3.3%, el alambre aislado 1.5%, accesorios eléctricos 1%, instrumentos médicos 1% y muchos otros productos que nos sirven para integrar las exportaciones que ensamblamos para, primordialmente, exportar a Estados Unidos. Lo mismo sucede con otros productos, como los plásticos de distintos tipos, que representan alrededor del 6% de sus exportaciones a nuestros país, y que primordialmente se utilizan en los procesos industriales mexicanos. Esto es, la película del comercio entre México y Estados Unidos es una en la que nosotros exportamos productos finales de enorme utilidad para los y las consumidoras y, en general, para la economía de ese país, mientras que nosotros importamos, en buena media, insumos complejos, que integramos a nuestra producción, pero principalmente a nuestras exportaciones, que principalmente van a Estados Unidos. Eso significa que a Estados Unidos les conviene importar más de México que de ningún otro pais, ya que lo que nos compran tiene un alto contenido de insumos complejos, que se produjeron precisamente en Estados Unidos, por lo que cuando importan de México fortalecen a su propia industria.
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