Publicado: junio 24, 2017, 12:26 pm
Se prevé que América Latina y el Caribe emerjan gradualmente de la recesión en 2017, mientras que en Venezuela se prevé que la economía continúe en una profunda recesión y camino hacia la hiper inflación, al no observarse un cambio en las políticas económicas, por lo que la caída del PIB real sería de 7,4 % este año, señala el FMI en la última edición de «Perspectivas económicas: Las Américas».
Economistas venezolanos consideran esta estimación conservadora, ya que la mayoría de los bancos de inversión dan por descontado que el país va a decrecer nuevamente en doble dígito, con una inflación interanual a partir de 2018 con cifras exorbitantes del orden de 2.530 %.
La economía venezolana se contrajo 18 % en 2016 y el FMI dice que el país va decrecer un 4,1 % en el 2018.
Los ingresos en divisas de la economía nacional se redujeron 30 % en los últimos dos años, señalan los expertos, que califican todo este panorama como un evento sólo visto en tiempos de guerra.
En cuanto al tema de las reservas internacionales, dice el FMI que al cierre de 2017 se ubicaran tan sólo en USD 6.000 millones, por lo que la República va a tener que liquidar oro monetario para hacer frente a compromisos de deuda externa que todavía se están pagando.
RESUMEN REGIONAL
Las perspectivas de crecimiento en América del Sur están dadas por una combinación de factores internos clave y cambios en el panorama mundial.
En Argentina, la recuperación está en marcha. Se prevé que el PIB suba 2,4 % en 2017, gracias a una reactivación del consumo privado, un mayor gasto de capital público y un repunte de las exportaciones.
En Brasil, tras dos años de recesión, se prevé que el crecimiento retorne a terreno positivo —0,2 % en 2017, según las estimaciones— gracias a una cosecha abundante de soja, un estímulo excepcional al consumo, una disminución de la inflación más rápida de lo previsto, y precios más altos del mineral de hierro.
En otros países exportadores de materias primas, la modesta recuperación de los precios de esos rubros proporcionará cierto alivio. Pese a una leve mejora de las condiciones externas, las perspectivas para Chile siguen siendo moderadas, debido a persistentes debilidades internas, por lo que para 2017 se proyecta un crecimiento de 1,7 %.
En Colombia, la ordenada desaceleración económica continuó el año pasado conforme la demanda interna se ha ido ajustando al shock permanente que ha sufrido el ingreso nacional. Factores excepcionales dieron lugar a un crecimiento más flojo de lo previsto en 2016, pero para 2017 se espera un repunte moderado.
Las perspectivas de la región del Caribe están mejorando, y se proyecta que el crecimiento en las economías que dependen del turismo y en las exportadoras de materias primas se situé en el rango de 1,5 % a 3 % en 2017 y 2018.