Publicado: septiembre 5, 2017, 8:25 am
La decisión más difícil de las familias venezolanas de cara a este nuevo año escolar está entre comprar los uniformes o comprar comida. Con una canasta básica que sobrepasa el millón de bolívares, las familias han establecido prioridades y los uniformes pasan a un segundo plano.
Con un salario mínimo de Bs 97.531, los padres han tenido que iniciar una aventura para poder adquirir las prendas y útiles escolares para el período 2017-2018 en un costo moderado. Para una familia con un solo niño necesita más de 350.000 bolívares, equivalentes a cuatro salarios mínimos para adquirir una camisa, un pantalón, un par de zapatos, un suéter y medias para toda la semana.
El año pasado una chemise costaba 4.500 bolívares, en la actualidad su precio es de 35.000 bolívares, la más económica, lo que se traduce en un incremento de 677%, casi siete veces más.
Un pantalón escolar de gabardina se encuentra entre 100.000 y 150.000 bolívares; es el más costoso y solo se puede comprar al invertir un sueldo mínimo y medio. Las camisas escolares se consiguen entre 35.000 y 50.000 bolívares, lo que representa 35,8% y 50% del salario mínimo; el suéter azul oscuro tiene un costo entre 80.000 y 160.000 bolívares; los zapatos escolares son los artículos más costosos, sus precios se ubican entre 100.000 y 180.000 bolívares en las zonas populares; mientras que las medias se venden en “combo”, un paquete de tres pares cuesta desde 25.000 bolívares hasta 40.000 bolívares.
Muchos padres optan por pedir un crédito a sus bancos para cubrir el alto costo de los útiles escolares y el uniforme de sus hijos para no afectar el presupuesto destinado a la adquisición de la canasta básica.