Publicado: diciembre 10, 2025, 6:30 pm
«Sí existe el amor de tu vida. Y qué suerte la mía haberlo encontrado». Con estas palabras, la influencer María Riballo anunció el pasado mes de septiembre su compromiso de bodas con su actual pareja, Sancho. Una feliz noticia que difundió en sus redes sociales, poniendo el broche de oro a una relación que empezó a fraguarse durante un cumpleaños en Cádiz.
No obstante, incluso las parejas más idílicas han vivido anécdotas de lo más caóticas, y eso incluye también momentos tan irrepetibles como una pedida de mano. Y es que, según confesó ella misma durante su visita al pódcast La influencia de Nacho Pla, su ahora prometido terminó hincando la rodilla hasta en dos ocasiones antes de lograr su cometido.
«Primero me intentó pedir matrimonio en Mallorca», admitió Riballo, recordando que, en aquel momento, ambos se encontraban bajo los efectos del alcohol. «Estábamos en un barco y yo iba muy pedo. Yo estaba bailando La Macarena. No era el momento para pedirme matrimonio, porque no me iba a acordar al día siguiente», comentó.
Entre bromas, la tiktoker lanzó sus propias conjeturas acerca de las razones por las que su pareja se animó a dar este gran paso en ese preciso instante. «Se le llenó tanto el corazón de amor que le entró el impulso de pedirme matrimonio», señaló. Sin embargo, ese ímpetu no bastó para evitar que, resignado, tuviera que aceptar el rechazo de su novia.
«Me empezó a hablar, yo no entendía qué me quería decir, entonces caí y dije: ‘Ahora no, Sancho, ahora no por favor'», narró María. Más tarde, la pareja puso rumbo a otra de las islas, Menorca, donde él, esta vez, había trazado un plan estratégico para disfrutar de la puesta de sol con sus primos.
Algo que, como era de esperar, «era completamente mentira» y tan solo era un pretexto para estar los dos a solas y pedirle matrimonio. «Estábamos los dos juntos, yo hacía fotos del paisaje porque era una monada y, de repente, se me pega al lado y empieza a mirar al suelo», explicó la joven, quien, extrañada, finalmente se percató de que había hincado la rodilla.
«Fue un momento eufórico, de éxtasis, de una mezcla de todos los sentimientos bonitos que te puedas imaginar en el cuerpo», remató María Riballo, quien cuenta con más de 2,3 millones de seguidores en TikTok, poniendo fin a una insólita anécdota que no ha tardado en hacerse viral en redes sociales.
