Publicado: diciembre 9, 2025, 12:30 pm
Alejandra Rubio, un personaje televisivo hecho ya a sí mismo a pesar de la influencia de su abuela, María Teresa Campos, y de su madre, Terelu, ha participado en el pódcast La casa de mi vecina, que conduce Nagore Robles.
Alejandra ha hablado mucho con su amiga de su vida, de los estudios que ha seguido, desde Diseño de Moda y Derecho, hasta Interpretación y Arte Dramático, que le pagó su padre, el óptico Alejandro Rubio a pesar de que él tenía otras expectativas para su hija.
Porque para Alejandra, su padre es una de las personas más importantes de su vida. «Me fío más de mi padre que de nadie», ha dicho a Nagore.
Alejandro, que posee una cadena de ópticas con sus hermano que llevan su nombre, admitió que su padre tenía un sueño para ella. «Para él hubiera sido genial que yo hubiera estudiado ADE y me hubiera quedado con la empresa de la familia«, revelaba.
Alejandra reconoce que es Campos porque lleva el apellido, pero no tiene nada que ver con su madre y su tía, Carmen Borrego. «No me parezco a mi familia materna, soy mucho como mi padre», dice. «Él me ha apoyado en todo esto de la televisión. Siempre le he pedido consejo porque está fuera de todo esto, es una persona muy racional. Es empresario, me dice ‘vete por aquí o por aquí’… Me fío de mi padre más que de nadie», explica.
«Mi padre es muy duro, yo filtro mucho. No le gusta este mundo… Para él hubiera sido genial que yo hubiera estudiado ADE y me hubiera quedado con la empresa de la familia, pero no era lo que yo quería y lo ha respetado. De hecho, mi padre me ha pagado la carrera de interpretación», exponía.
Para su madre también tiene buenas palabras. «No puedo vivir sin mi madre». Alejandra ha contado alguna vez que su madre la llama «niñata» porque está empezando. «Y tiene razón, a su lado, lo soy».
