Publicado: diciembre 7, 2025, 2:30 pm
Ed Bamber es un anciano estadounidense de 88 años que ha comprobado de primera mano la cara más amable y solidaria de la sociedad tras verse obligado a seguir trabajando a su edad para poder sobrevivir.
La historia de Bamber la compartió Samuel Weidenhofer, un creador de contenido con más de 2,3 millones de seguidores en Instagram y especializado en trabajos solidarios.
Gracias a él se supo que Bamber, veterano del ejército, trabaja en un supermercado de Detroit cinco días a la semana, ocho horas al día. «Nunca ha recibido la pensión que se ganó tras toda una vida de trabajo duro y perdió a su esposa hace años», explicó Weidenhofer.
«A pesar de todo, Ed se presenta cada día con serena dignidad, fuerza y perseverancia. Su historia es un duro recordatorio de que muchos de nuestros mayores, especialmente los veteranos, se enfrentan a desafíos increíbles solo para sobrevivir», dice el creador de contenido.
Fue entonces cuando abrió una campaña de GoFundMe para recaudar fondos y ayudar a Ed. Con la ayuda de fans anónimos de todo el mundo, Weidenhofer recaudó 1,77 millones de dólares (1,5 millones de euros) para el veterano, y ha compartió un vídeo del emotivo momento en el que el anciano recibe el cheque.
«Quiero revelar que esta es una de las mayores recaudaciones de fondos individuales en la historia de GoFundMe. Si lo deseas, podrás jubilarte, porque recaudamos 1,77 millones para ti», dice Weidenhofer en el vídeo.
Bambas rompió a llorar al recibir el cheque y él y Weidenhofer se abrazaron emocionados. «No puedo expresar con palabras lo agradecido que estoy a toda la gente», dice Bambas.
Por su parte, el influencer escribió: «Lloró. Lloramos. Y su vida cambió para siempre. Gracias a todos los que hicieron posible este milagro. Esto es mucho más grande que Ed; es una prueba de que la humanidad sigue siendo hermosa…»
Arruinado
Bambas todavía tiene que trabajar, tras jubilarse en 1999, pero le quitaron la pensión cuando General Motors quebró en 2012. Su esposa falleció hace siete años y «estaba enferma cuando perdí mi pensión».
«También estuve en el Ejército en 1996. Lo que más me dolió fue cuando mi esposa enfermó gravemente; me quitaron la pensión, la cobertura médica y todo menos 10.000 dólares de mi seguro de vida», explicó en su día Bamber.
«Así que vendí mi casa, vendí las propiedades que tenía y salimos adelante. Mi esposa falleció hace siete años, y desde entonces he estado intentando rehacer mi vida. Trabajo cinco días a la semana, ocho horas al día. No tengo suficientes ingresos», concluyó.
