Publicado: diciembre 3, 2025, 5:30 am
Un paso más desde Bruselas: la Unión Europea «detendrá de forma efectiva y permanente la importación de gas ruso y avanzará hacia la eliminación gradual del petróleo ruso». Así se ha confirmado este miércoles, con un acuerdo «histórico» entre el Parlamento Europeo y el Consejo. «Se pondrá fin a la dependencia de la UE de un proveedor poco fiable, que ha desestabilizado repetidamente los mercados energéticos europeos, ha puesto en peligro la seguridad del suministro con chantajes energéticos y ha perjudicado a la economía europea», recoge la Comisión Europea en su comunicado, que habla de «un paso esencial para garantizar la independencia energética, la competitividad, la resiliencia y la estabilidad del mercado» de Europa.
«Hoy entramos en la era de la plena independencia energética de Europa respecto a Rusia. REPowerEU ha cumplido su cometido. Nos ha protegido de la peor crisis energética en décadas y nos ha ayudado a abandonar los combustibles fósiles rusos a una velocidad récord. Hoy ponemos fin a estas importaciones de forma definitiva. Al agotar los fondos de guerra de Putin, nos solidarizamos con Ucrania y ponemos nuestra mirada en nuevas asociaciones y oportunidades energéticas para el sector», expresó la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
El acuerdo establece el fin gradual pero definitivo de las importaciones de gas ruso: el GNL quedará eliminado para el 31 de diciembre de 2026 y el gas por gasoducto para el 30 de septiembre de 2027, con una posible prórroga hasta el 31 de octubre de ese mismo año si los niveles de almacenamiento son insuficientes. Las prohibiciones se aplicarán según el tipo y fecha de los contratos: los acuerdos a corto plazo anteriores al 17 de junio de 2025 quedarán prohibidos entre abril y junio de 2026; los contratos de GNL a largo plazo antes de dicha fecha quedarán prohibidos desde enero de 2027; y los contratos de gas por gasoducto solo podrán mantenerse hasta septiembre de 2027, o hasta noviembre si existen dificultades de almacenamiento. Las modificaciones contractuales solo serán posibles para fines operativos sin aumentar precios o volúmenes.
Con el petróleo el margen es más amplio. La Comisión, recoge el comunicado, mantiene su compromiso de garantizar la eliminación gradual de todas las importaciones restantes de petróleo procedentes de Rusia para finales de 2027, en consonancia con la Declaración de Versalles. Además, Bruselas ha anunciado principios del próximo año se presentará una propuesta legislativa para prohibir las importaciones de petróleo ruso. Este elemento es importante porque es una de las reclamaciones más repetidas por el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, a la que se ha sumado también Donald Trump: la UE tiene que dejar de comprarle petróleo a Putin. Eso sí, el bloque cuenta con una voz discordante, la del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que la pasada semana se reunió con Putin en Moscú para, dijo, «asegurar el suministro energético» para Hungría. En caso de que Budapest no cumpliera con lo pactado se podría enfrentar a medidas por parte de Bruselas.
Por otro lado, el pacto introduce «fuertes salvaguardias para evitar la elusión de la prohibición, complementando los sistemas de control aduanero existentes y reforzando la transparencia y trazabilidad del gas ruso en los mercados de la UE», explica la Comisión. Durante el periodo transitorio, las autorizaciones para importar gas ruso requerirán información detallada que garantice que los volúmenes se basan exclusivamente en contratos históricos.
Se establece además una estrategia de eliminación progresiva y coordinada de los combustibles fósiles rusos. Los Estados miembros deberán presentar planes nacionales de diversificación energética antes del 1 de marzo de 2026 y notificar a la Comisión sus contratos o prohibiciones nacionales relacionadas con el gas ruso. La Comisión evaluará los planes, emitirá recomendaciones y brindará apoyo durante todo el proceso.
Para evitar la elusión de la prohibición, el Reglamento fija mecanismos de vigilancia y cooperación entre autoridades sobre las importaciones de gas natural. La Comisión, junto con ACER, EPPO y OLAF, supervisará estrechamente el avance y los efectos de la eliminación del gas y petróleo rusos. Las medidas se aplicarán de manera coordinada con los gobiernos nacionales para minimizar impactos en los precios, estabilizar mercados mediante suministros alternativos previsibles y garantizar seguridad jurídica.
La decisión la celebró también el comisario europeo de Energía, Dan Jorgensen. «Por fin, y para siempre, vamos a cerrar el grifo del gas ruso», sostuvo en una breve comparecencia. «Europa ha optado por la seguridad y la independencia energéticas. Nunca volveremos a nuestra peligrosa dependencia de Rusia. Nunca volveremos a los suministros volátiles y a la manipulación del mercado. Nunca volveremos al chantaje energético y a la exposición económica. Y nos mantenemos más fuertes que nunca junto a Ucrania en su búsqueda de la libertad», sentenció..
