Publicado: noviembre 27, 2025, 11:30 am
Europa se enfrenta una crisis silenciosa en la lucha contra el VIH: más de la mitad de las personas que viven con el virus reciben un diagnóstico tardío, lo que reduce drásticamente las posibilidades de tratamiento eficaz y aumenta el riesgo de transmisión. El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Oficina Regional de la OMS para Europa advierten que esta brecha crítica en la detección amenaza el objetivo de poner fin al sida como amenaza para la salud pública en 2030. Según el informe anual que ha emitido el ECDC con motivo del Día Mundial del Sida , que se celebra el próximo 1 de diciembre, en 2024 se registraron 105.922 diagnósticos de VIH en los 53 países de Europa y Asia Central. Aunque el número total cayó ligeramente respecto a 2023, el 54% de los diagnósticos fueron tardíos, una proporción que se eleva entre quienes contrajeron el virus por transmisión heterosexual, especialmente hombres, y entre personas que se inyectan drogas. En la Unión Europea y el Espacio Económico Europeo (UE/EEE) se notificaron 24.164 diagnósticos, con una tasa de 5,3 por cada 100.000 habitantes. El 48% se detectó en etapas avanzadas. La transmisión entre hombres que tienen sexo con hombres sigue siendo la vía más frecuente (48%), pero los casos por vía heterosexual aumentan y ya representan el 46%. En España, según el Ministerio de Sanidad , muestran que España mantiene una tasa de nuevos diagnósticos similar a la de Europa Occidental, aunque por encima de la media de la UE y que se mantiene una tendencia descendente tanto en nuevos diagnósticos de VIH como en casos de sida. «En la UE/EEE, casi la mitad de los diagnósticos llegan tarde. Debemos innovar urgentemente en nuestras estrategias de testeo», advirtió Pamela Rendi-Wagner, directora de ECDC, subrayando la necesidad de pruebas comunitarias, autodiagnóstico y derivación rápida a cuidados. En la UE/EEE, las personas migrantes representan más de la mitad de los nuevos casos, lo que pone de relieve la necesidad de servicios culturalmente accesibles. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), el director regional Hans Henri P. Kluge alertó sobre la «crisis silenciosa» de personas con VIH sin diagnosticar: «No estamos haciendo lo suficiente para eliminar el estigma y la discriminación que impiden que la gente se haga una simple prueba». A la crisis europea se suma un grave problema. Según el informe anual de ONUSIDA, 2025 marca el mayor retroceso en la respuesta al VIH desde los años 80, debido a graves recortes en la financiación internacional y la falta de solidaridad global. En el informe Superar las disrupciones, transformar la respuesta al sida , presentado por OONUSIDA, se revela que la asistencia sanitaria externa caerá entre un 30% y un 40% en 2025, según estimaciones de la OCDE. El impacto es inmediato y devastador en países de ingresos bajos y medianos. «La crisis de financiación ha expuesto la fragilidad de los progresos por los que tanto hemos luchado», declaró Winnie Byanyima , directora ejecutiva de ONUSIDA. «Detrás de cada dato hay personas: bebés sin pruebas tempranas, mujeres jóvenes sin apoyo preventivo y comunidades privadas de servicios esenciales». El documento subraya que los programas de prevención han sido los más afectados, en concreto, en tres aspectos: caída abrupta en el acceso a la profilaxis pre exposición o PrEP (una estrategia para prevenir la infección por el VIH, que consiste en tomar un medicamento); descenso significativo en la circuncisión médica masculina voluntaria y desmantelamiento de programas para mujeres jóvenes. ONUSIDA advierte que si el mundo no logra cumplir los objetivos para 2030, podrían producirse 3,3 millones de nuevas infecciones adicionales entre 2025 y 2030. Hoy, 40,8 millones de personas viven con VIH y 9,2 millones aún no reciben tratamiento. En vísperas del Día Mundial del Sida, ONUSIDA solicita reafirmar la solidaridad global y el multilateralismo; mantener y reforzar la financiación internacional; invertir en innovación y ampliar el acceso a medicamentos de acción prolongada y defender los derechos humanos y fortalecer el liderazgo comunitario.
