Publicado: noviembre 26, 2025, 7:00 pm
El embajador de Estados Unidos en México, Ronald D. Johnson, destacó que la nueva embajada estadounidense no es solo un complejo que representa la transición diplomática más grande en la historia del servicio exterior de su país, sino que es catalogada como un «hito» para la relación con México.
Esta mudanza, descrita como la más ambiciosa jamás realizada por el Departamento de Estado fuera de Washington D.C., concentrará a más de 1,500 empleados en un edificio de 530,000 pies cuadrados, lo que cuadruplica la capacidad de la sede anterior. La nueva instalación está equipada con 81 ventanillas consulares, ampliando significativamente la atención a ciudadanos estadounidenses y visitantes mexicanos.
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Sin embargo, para el embajador Johnson, el cambio trasciende lo físico. «Este momento marca una nueva etapa para una relación bilateral tan importante», afirmó en un comunicado tras las operaciones de la nueva sede. El diplomático subrayó el vínculo único entre ambas naciones, que suman una población combinada de más de 480 millones de personas, unidas por el comercio, los lazos familiares y las oportunidades compartidas.
La apertura de este complejo se da en un contexto de estrecha cooperación entre los gobiernos del presidente Donald Trump y la presidenta Claudia Sheinbaum. Johnson destacó que las instituciones trabajan de manera conjunta en temas prioritarios como la seguridad —específicamente en el combate al tráfico de fentanilo, armas y personas— y en la expansión de la relación comercial, una de las más grandes del mundo.
“El nuevo edificio refleja la escala y permanencia de nuestra relación con México”, aseveró el diplomático. La sede, diseñada para ser un complejo moderno, seguro y resiliente, se erige así no solo como un punto de operaciones diplomáticas, sino como un símbolo tangible de la alianza entre los dos países vecinos.

