Publicado: noviembre 24, 2025, 8:30 pm

Nicolás Maduro aprovechó las cámaras de su programa Con Maduro+ este lunes 24 de noviembre para lanzar una nueva amenaza, revelando que su aparato de seguridad está ejecutando acciones en tiempo real. En medio de alardes sobre una supuesta seguridad ciudadana, el líder del régimen confesó que Diosdado Cabello le reportó «cosas más grandes» que están ocurriendo «en vivo y directo», prometiendo anuncios inminentes por parte del número dos del chavismo.
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La revelación surgió luego de comentar la muerte de alias «Bombillo», un integrante de la banda de Wilexis en Petare. Lejos de quedarse en el parte policial, Maduro insinuó que la cacería continúa y escaló el tono. «Cuando vi a Diosdado hace un ratico, me informó de otras cosas parecidas a esta, pero más grandes, que están ocurriendo a esta hora».
Con la retórica belicista que lo caracteriza cuando se siente acorralado, Maduro aseguró que su cúpula no descansa. «Mosca, el verdadero guerrero no duerme. Lo que hace es vigilia. Cuando uno cierra los ojos, lo que está es en vigilia», sentenció, dejando entrever el estado de nerviosismo y alerta máxima que se vive en Miraflores ante el despliegue del Comando Sur y las sanciones de Estados Unidos.
Durante su intervención, Maduro desempolvó su vieja narrativa de conspiraciones para justificar la violencia en las barriadas. Volvió a vincular a las bandas criminales de Petare, específicamente la de Wilexis, con supuestos planes del «imperio estadounidense» y el expresidente colombiano Iván Duque para distraer a las fuerzas policiales durante la fallida Operación Gedeón en 2020.
«Todas esas bandas criminales estaban amamantando de la ubre de Uribe», vociferó el líder chavista, intentando politizar el crimen organizado que creció bajo la sombra de su propia gestión. Según su versión, los tiroteos en los barrios eran una «cobertura armada» coordinada desde el norte, una teoría que utiliza para vender la neutralización de delincuentes como victorias geopolíticas contra la Otan y Washington.
En un acto de negación de la realidad que viven los venezolanos, Maduro tuvo el descaro de afirmar que «hoy Caracas es una de las ciudades más seguras de la región», atribuyendo este supuesto logro a los Cuadrantes de Paz y a la actuación del Sebin y la PNB.
