Publicado: noviembre 22, 2025, 2:30 am
¿De qué te vale tener armamento si no tienes por dónde transportarlo? La casa no se puede empezar por el tejado, tampoco en lo que se refiere a la defensa europea. Por eso todo tiene que comenzar con la carreteras o los túneles; y de ahí, hacia una autonomía estratégica de la UE que todavía queda muy lejos. Pero por algo se empieza, dicen en Bruselas, que ha presentado una suerte de espacio Schengen bélico que permitiría la movilidad de tropas y armas en tiempo récord: lo que pone sobre la mesa la Comisión Europea es que los permisos para estos intercambios tarden tres días en tiempos de paz y en cuestión de horas si hay un ataque o una emergencia. Libertad de movimientos para personas, bienes, servicios… y en 2027 también para los tanques.
Bruselas ha explicado que esta hoja de ruta para la movilidad militar estaría inspirada en el Mecanismo Europeo de Protección Civil, que ya da cobertura en caso de emergencias y catástrofes. El plan, eso sí, tiene que ser aprobado por los Estados miembros y por el Parlamento Europeo antes de que se pueda poner en marcha y además incluye una idea de mejora de la infraestructura europea de uso dual, tanto civil como militar.
La Comisión Europea maneja unos 500 proyectos que tienen como objetivo mejorar esa movilidad militar con una inversión de 100.000 millones de euros, de tal manera que la asistencia mutua se convierta en algo que va más allá de los Tratados: esos gastos se enfocan, sobre todo y de primeras, en mejorar las infraestructuras para que, en un escenario de guerra, todo vaya mucho más rápido que ahora. «Las logísticas ganan las guerras», avisaron los comisarios europeos de Defensa y de Transporte, Andrius Kubilius y Apostolos Tzitzikostas. «El momento de prepararse no es cuando algo pasa, sino antes». El objetivo es que los plazos se acoten tanto que las decisiones que ahora mismo tardan semanas o incluso meses puedan ponerse en marcha en cuestión de días o, en el caso más extremo, con horas de diferencia.
Pero esta UE de la defensa está tan en fase embrionaria que necesita mejorar el continente antes que el contenido. «A medida que avanzamos en el paquete de movilidad militar de la UE, estamos sentando las bases para una Europa más segura y más interconectada, garantizando un movimiento rápido y fluido de tropas y equipos por todo el continente. Con las lecciones aprendidas en Ucrania, la hoja de ruta para la transformación de la industria europea de defensa acelerará la innovación y la colaboración, manteniendo a Europa a la vanguardia del avance tecnológico y la preparación estratégica«, expuso la vicepresidenta de la Comisión Europea, Hena Virkkunen, en la enésima prueba de que en los pasillos bruselenses tienen la teoría clara, pero falta cerrar la brecha con la práctica.
La red de carreteras de la Unión Europea, que incluye aproximadamente 85 000 km de la Red Transeuropea de Transporte (TEN‑T), sigue siendo clave para la movilidad y la economía, pero enfrenta desafíos importantes de seguridad y modernización. Las carreteras están sujetas a la Directiva 2008/96/CE, que obliga a evaluaciones sistemáticas de seguridad, mantenimiento y auditorías periódicas. Sin embargo, los informes recientes de la Comisión Europea y del Tribunal de Cuentas Europeo indican que la implementación de estas normas no es uniforme entre los Estados miembros, y que los objetivos de reducción de fallecimientos en carretera para 2030 avanzan más lentamente de lo previsto.
A nivel técnico, aunque las normas mínimas se cumplen, persisten riesgos especialmente en carreteras con tráfico pesado o transporte de mercancías peligrosas, lo que evidencia que la seguridad vial sigue requiriendo inversiones y actualización de infraestructuras. Estos matices, de hecho, serían decisivos en términos de transporte de tanques, vehículos bélicos o precisamente material explosivo llegado el caso. Bruselas insiste en el uso dual de su estrategia, y muchas infraestructuras no están listas para explorar esa vía.
En cuanto a los túneles de carretera, la Directiva 2004/54/CE establece estándares de seguridad obligatorios para todos los túneles de más de 500 metros en la red TEN‑T, incluyendo salidas de emergencia, ventilación, monitoreo y planes de emergencia. A pesar de ello, muchos túneles antiguos aún no cumplen plenamente estos requisitos, y la Comisión Europea ha señalado deficiencias en inspecciones periódicas en varios Estados miembros. La UE ha vinculado la financiación de nuevos proyectos, como a través del programa Connecting Europe Facility, al cumplimiento de estos estándares. Paralelamente, se están implementando sistemas de transporte inteligentes y guías de evaluación de seguridad para priorizar inversiones y reforzar la protección de conductores, lo que refleja un enfoque de «sistema seguro» para reducir riesgos y avanzar hacia los objetivos de seguridad vial europeos.
Toda esta legislación tiene sentido desde el punto de vista de la UE como proyecto de paz, pero ahora también en su proceso para saber hablar el lenguaje de la guerra. Y ahí es donde flaquea: Bruselas identifica déficits especialmente graves en el este de la Unión, donde existe una «conectividad insuficiente» en corredores estratégicos y, en particular, un déficit de almacenamiento y tuberías para combustible militar, lo que constituye un riesgo operativo directo. Asimismo, dicen, a nivel ferroviario, los movimientos excepcionales solo pueden realizarse tras «controles manuales de compatibilidad de ruta», un proceso lento que afecta al tránsito de material pesado, agravado por la falta de plataformas ferroviarias especializadas y terminales capaces de gestionar «cargas fuera de gálibo y peso estándar».
La invasión rusa de Ucrania «ha demostrado la rapidez con la que evolucionan las tecnologías de defensa», avisa la Comisión. «Innovaciones como la inteligencia artificial, los sistemas cuánticos, los drones y las tecnologías espaciales están transformando el campo de batalla. Los nuevos actores en el ámbito de la defensa, desde las empresas emergentes hasta las pymes innovadoras, están cambiando la forma en que Europa desarrolla y produce capacidades militares», terminan en Bruselas. La realidad es que ese desarrollo ya va tarde… y no tiene muy claro la UE por dónde puede circular.
