Publicado: noviembre 10, 2025, 10:00 pm
La activista venezolana Sairam Rivas denunció este lunes 10 de noviembre, a través de un video publicado en su cuenta oficial de X (antes Twitter), las condiciones de aislamiento y la incomunicación a las que continúa sometido su pareja, el exconcejal de Caracas Jesús Armas, quien cumple 11 meses de detención arbitraria en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), El Helicoide.
Por: lapatilla.com
Rivas señaló que Armas ha recibido una sola visita en casi un año de reclusión, lo que calificó como una forma de tortura tanto para los presos políticos como para sus familias.
“Jesús ha recibido una sola visita en 11 meses de injusta detención. El pasado 7 y 8 de octubre recibió su primera llamada y su primera visita después de casi 10 meses. Sus padres pudieron abrazarlo por primera vez después de 10 meses”, expresó la activista.
Sin embargo, denunció que las visitas fueron nuevamente suspendidas la semana siguiente, dejando al exconcejal otra vez en total incomunicación.
“Esto solamente fue una fe de vida. Insisten en el aislamiento y la incomunicación como una forma de tortura. Pero aunque intenten deshumanizar a los presos políticos y quitarles la dignidad, seguimos firmes. Nuestra convicción sigue en pie”, afirmó Rivas en el video.
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La activista recordó que Jesús Armas permanece detenido sin juicio, acusado sin pruebas y en condiciones que vulneran los derechos humanos básicos. Reiteró su llamado a la comunidad nacional e internacional para exigir su libertad inmediata y la de más de mil presos políticos en Venezuela.
“Hoy, cuando se cumplen 11 meses de su injusta detención, alzamos la voz por la libertad de Jesús y de todos los presos políticos. Libertad para todos los presos políticos”, concluyó.
La denuncia de Sairam Rivas se suma a las múltiples alertas emitidas por organizaciones defensoras de derechos humanos, que han documentado casos de tortura, aislamiento prolongado y detenciones arbitrarias en centros como El Helicoide, catalogado por activistas como uno de los principales símbolos de represión en Venezuela.
