Publicado: noviembre 9, 2025, 8:00 am
El vínculo entre la diabetes y la demencia se ha vuelto cada vez más evidente en la investigación médica, ya que, estudios recientes muestran que alteraciones en el metabolismo del azúcar no solo dañan órganos como el corazón o los riñones, sino que también afectan directamente al cerebro, deterioran funciones cognitivas y pueden desencadenar enfermedades como Alzheimer, de acuerdo con un artículo publicado por TecScience del Tecnológico de Monterrey.
A continuación, se explica cómo estas dos condiciones están relacionadas.
1. Diabetes: un mayor riesgo de demencia
Las personas con diabetes tienen alrededor de 60% más probabilidades de desarrollar demencia que quienes no viven con esta enfermedad. Incluso los episodios frecuentes de hipoglucemia elevan en un 50% el riesgo de deterioro cognitivo.
2. Resistencia a la insulina también daña el cerebro
La resistencia a la insulina, principal causa de diabetes tipo 2, no solo afecta al hígado o los músculos. En el cerebro, esta condición dificulta que las neuronas utilicen glucosa, su fuente principal de energía, lo que contribuye al deterioro cognitivo. Por esta razón, algunos expertos se refieren al Alzheimer como “diabetes tipo 3”.
3. En la demencia, el cerebro no usa bien la glucosa
Aunque el cerebro solo representa el 2% del peso corporal, consume cerca del 20% de la energía total. En personas con demencia, las células cerebrales pierden la capacidad de aprovechar la glucosa, lo que acelera el deterioro.
4. Alzheimer también puede favorecer la prediabetes
Quienes tienen Alzheimer suelen presentar niveles altos de glucosa en ayunas, incluso sin ser diabéticos, lo que se considera una forma de prediabetes.
Además, la variante genética APOE4, relacionada con esta enfermedad, interfiere con la acción de la insulina y aumenta el riesgo metabólico.
5. Daño vascular: un punto de encuentro entre ambas enfermedades
La diabetes daña los vasos sanguíneos en todo el cuerpo y el cerebro no es la excepción. Los niveles elevados o fluctuantes de glucosa deterioran las arterias cerebrales, disminuyen el flujo sanguíneo, debilitan la barrera hematoencefálica y generan inflamación, factores estrechamente vinculados con la demencia.
6. Fármaco para la diabetes que terminó en el tratamiento de la demencia
La memantina, actualmente utilizada para tratar síntomas de Alzheimer, fue desarrollada originalmente como medicamento para la diabetes. Aunque no funcionó para controlar la glucosa, sí mostró beneficios en la función cerebral.
7. Metformina: posible protección para el cerebro
Este medicamento, el más recetado para la diabetes tipo 2, puede disminuir inflamación cerebral y reducir el riesgo de demencia en pacientes.
Algunas investigaciones señalan que cuando las personas dejan de tomarla, el riesgo vuelve a aumentar. Incluso se estudia su potencial en personas sin diabetes.
8. Medicamentos para bajar de peso también ayudan al cerebro
Fármacos como semaglutida (Ozempic y Wegovy), usados para tratar la diabetes y la obesidad, están asociados con menor riesgo de demencia.
En algunos estudios superan a la metformina en protección cognitiva, y actualmente se evalúan en ensayos clínicos con personas que tienen deterioro cognitivo leve.
9. Insulina administrada por vía nasal podría mejorar la memoria
Investigadores han probado aerosoles nasales de insulina para llevarla directamente al cerebro sin alterar los niveles de glucosa en sangre.
Los estudios preliminares sugieren que esta vía podría mejorar la memoria o prevenir la atrofia cerebral, aunque aún existen desafíos sobre su administración y seguridad a largo plazo.
10. Inhibidores de SGLT2: otra opción para reducir el riesgo
Los inhibidores de SGLT2, medicamentos en tabletas que eliminan glucosa a través de la orina, han mostrado ser los más efectivos en reducir el riesgo de demencia, incluyendo Alzheimer y demencia vascular. También podrían disminuir la inflamación cerebral.



