Publicado: noviembre 8, 2025, 4:30 am
Bella Hadid tiene a sus fans acostumbrados a sus desfiles de moda, nuevos lanzamientos de su marca de perfumes, campañas publicitarias… Pero la faceta de la modelo como competidora ecuestre no la vieron venir. Y es que este talentoso lado de la maniquí montando caballos (e incluso ganando competiciones), tiene mucho que ver con su pareja, Adan Banuelos.
Durante sus tres años de relación con el jinete y entrenador de caballos -quien incluso ha ganado reconocimientos por sus habilidades-, su pasión por el mundo equino solo ha ido en aumento hasta el punto de que ha puesto de moda la estética cowboy. Un nivel de fusión con la profesión de su pareja que puede llevar a la pregunta de dónde está el punto medio entre interesarse por los gustos de la otra persona y convertirlos en propios en detrimento de los anteriores.
Aunque antes de analizar en qué momento se encuentran, hay que tener en cuenta los comienzos de su relación. Sus caminos se cruzaron cuando la modelo se mudó a Texas y acudió a uno de los shows de caballos donde competía Adan. El flechazo fue instantáneo y en octubre de 2023 los paparazzi les captaron de la mano y besándose.
Unos meses más tarde, en enero de 2024, el cowboy apareció por primera vez en el Instagram de la modelo, en una galería de fotos donde se ‘colaba’ una imagen de ellos de la mano y sonriendo. Sin embargo, Bella se mostró enigmática con el pie de foto: «Nunca dejes de probar cosas nuevas. Me siento muy afortunada de tener la oportunidad de seguir aprendiendo en la vida». Dos días antes Adan también había compartido un vídeo de su alumna compitiendo en su primer show, así que parecía innegable que estaban pasando tiempo juntos.
Finalmente el 14 de febrero, pusieron fin al misterio a través de un story que compartió la maniquí, una foto de ambos mirándose con el inequívoco texto «My valentine«. Además, el primer evento al que acudieron juntos tuvo lugar unas semanas después, una competición donde su novio participaba. Su historia iba viento en popa y lo reconfirmó, unos días después, la noticia de que Bella Hadid había comprado una propiedad cerca de donde vivía Adan.
Desde entonces, tanto el jinete como la modelo se han ido mostrando apoyo mutuo: él acudió al lanzamiento de la fragancia de su marca Orebella y ella asistió al preestreno de una serie de cortos donde su novio aparecía como protagonista de uno de ellos. Una serie de eventos de trabajo que han ido combinando con románticas citas. Y lejos de los caballos, por supuesto.
¿Amor o adaptación?
Esto de volcarse en la carrera de su novio, no es algo nuevo para Bella. Se trata de algo que vimos durante su relación con The Weeknd en In the night, un videoclip donde la modelo era la protagonista para la canción que sacó su expareja en 2015. Pero si algo preocupa a algunos de los fans de la artista es si se está involucrando demasiado en el universo de Adan Banuelos.
Encontrar puntos medios es siempre un reto en una relación, sobre todo cuando el amor está en una fase más inicial y es fácil dejarse llevar por la ilusión y zambullirse en las aficiones de la otra persona. Pero si no se compensa con reafirmación personal, puede derivar en dependencia emocional… O profesional.
Lo bueno es que la incursión de la modelo parece venir de una conexión sentimental, ya que tanto ella como Gigi han crecido rodeadas de caballos y competían en salto ecuestre. Para Bella, esto se limitaría a compartir una pasión con su novio, puesto que ha trazado una línea manteniendo su carrera y su marca más allá de su relación y su vida en Texas. Es más, esa coexistencia de las esferas profesionales, sin pisar al de al lado, recuerda a Lana del Rey y su marido, Jeremy Dufrene, quienes también han dado con un equilibrio a la hora de que convivan ambos mundos. Caimanes y caballos son una faceta añadida a la vida de las celebridades, no una sustitución.
Si bien las relaciones se equilibran entre la esfera del «nosotros» y la del «yo», el balance ideal es inspirarse mutuamente sin perder autonomía. Porque por mucho que interesarse en los hobbys de la otra persona sea una forma de amor, conservar y seguir cultivando las aficiones propias es amor hacia una misma.
