Publicado: noviembre 4, 2025, 1:30 pm
Durante los últimos años, el glaciar Hektoria, en el este de la Antártida, parecía estable. Pero entre finales de 2022 y comienzos de 2023 algo cambió: las imágenes de satélite mostraron un retroceso acelerado, con un desprendimiento constante de hielo en su frente marino. El vídeo muestra como en apenas dos o tres meses, casi la mitad del glaciar desapareció, una pérdida de más de ocho kilómetros de hielo que los científicos describen como «ultrarrápida«, diez veces más veloz de lo registrado nunca en tierra firme.
El hallazgo, publicado en Nature Geoscience, fue realizado por investigadores de la Universidad de Colorado casi por casualidad, al analizar la evolución del hielo marino tras el colapso de una plataforma en 2002. Cuando revisaron los datos satelitales en diferentes momentos, descubrieron que el glaciar había colapsado súbitamente, como se aprecia en las imágenes, desde noviembre de 2022 a febrero de 2023. «Verlo en persona fue sobrecogedor, aunque ya habíamos visto las imágenes del satélite», explica la investigadora Naomi Ochwat, que participó en la expedición aérea sobre la zona.
Los científicos creen que varios terremotos bajo la llanura de hielo provocaron que una gran parte del glaciar comenzara a flotar. Ese cambio de equilibrio lo dejó expuesto al oleaje del océano, que abrió grietas desde la base hasta la superficie, desencadenando una fractura en cadena. En cuestión de semanas, la masa de hielo se desintegró en el mar de Weddell, dejando al descubierto una amplia zona antes cubierta de hielo compacto. Ahora, las imágenes muestran una abertura al mar mucho más grande de la apreciable en 2022, cuando comienza la imagen satelital.
El colapso del Hektoria impresiona por su magnitud, pero aún más por lo que implica. Este tipo de retroceso extremo podría repetirse en glaciares aún mayores de la Antártida, acelerando el aumento del nivel del mar global. Los investigadores advierten que comprender cómo y por qué ocurrió este colapso será clave para anticipar los próximos puntos de inflexión del sistema climático terrestre.
