Publicado: noviembre 2, 2025, 1:30 pm
Este sábado por la tarde, Reino Unido ha quedado conmocionado por un ataque con cuchillo perpetrado en un tren que ha dejado once heridos, dos de ellos en estado crítico, y que se ha saldado con la detención de dos ciudadanos británicos. Esto es lo que se sabe hasta el momento.
Los hechos ocurrieron en un tren de la London North Eastern Railway (LNER) entre la ciudad de Doncaster y la estación de King’s Cross en Londres, a las 19:39 horas de esta tarde (20:39 hora peninsular española).
Según los testigos presenciales, unos diez minutos después de que el tren saliera de la estación de Peterbororugh, dos individuos comenzaron a agredir con un cuchillo de grandes dimensiones a los viajeros, en principio de manera totalmente aleatoria.
En el tren se vivieron escenas de auténtico pánico, y algunos pasajeros llegaron incluso a ocultarse en los aseos de los vagones para evitar ser heridos. Algunos testigos declararon que se veía «sangre por todas partes», con escenas «horribles» que degeneraron en «un caos total».
«Fue una escena terrible, realmente violenta. Parecía sacada de una película. No parecía real y desató el pánico a bordo», dijo otro viajero. Algunos llegaron a pesar que se trataba de una broma con motivo de la festividad de Halloween, que se celebraba este sábado.
Las emergencias recibieron casi 1.000 llamadas y el tren pudo ser detenido a la altura de Huntingdon, donde los agentes intervinieron y los dos sospechosos fueron detenidos, uno de ellos tras ser inmovilizado con un táser. Los sanitarios trasladaron a diez personas al hospital Addenbrooke’s de Cambridge. Posteriormente, un herido más se presentó por su propio pie en el centro hospitalario.
Aunque en principio se hablaba de nueve críticos, informaciones este domingo han confirmado que son dos las personas por las que se teme por su vida y que cuatro de los heridos ya han sido dados de alta.
Respecto a los detenidos, se trata de un hombre de raza negra de 32 años de edad y uno de origen caribeño de 35. Ambos son ciudadanos británicos de nacimiento, tal y como confirmó en rueda de prensa el superintendente de la Policía de Transportes, John Loveless. Los dos detenidos siguen declarando ante la policía y se desconoce aún su posible motivación.
Loveless añadió que «nada sugiere que esto sea un incidente terrorista» y ha querido frenar en este caso los discursos antiinmigración que han aflorado en incidentes parecidos, ya que en otras ocasiones estos ataques con cuchillos o puñales han sido protagonizados por extranjeros.
«En estos momentos no sería apropiado especular sobre las causas del incidente», dijo Loveless, que ha anunciado que se han activado varias líneas de teléfono para que los testigos puedan aportar más información sobre el incidente y provea detalles «por pequeños que puedan parecer».
En cuanto a las reacciones, poco después de conocerse las primeras informaciones, el primer ministro Keir Starmer mostró su estupor: «El terrible incidente ocurrido en un tren cerca de Huntingdon es profundamente preocupante. Mis pensamientos están con todos los afectados y agradezco la respuesta de los servicios de emergencia».
Por su parte, la secretaria de Interior, Shabana Mahmood, confirmó la detención de esas dos personas y pidió al público «evitar comentarios y conjeturas en esta etapa preliminar».
Por su parte, el secretario de Defensa, John Healey, dijo que las motivaciones terroristas del ataque «son meras suposiciones», y que «la única consideración es que fue un incidente aislado, un ataque aislado, y no hay razón para que los demás no continuemos con nuestras vidas».
Aun así, reconoció que el ataque «refleja un periodo de presión creciente sobre nuestro país y de incertidumbre en el mundo entero, una nueva era de amenazas».
