Publicado: octubre 30, 2025, 12:30 pm
Algunos anticonceptivos hormonales comunes se asocian a un riesgo ligeramente mayor de cáncer de mama que otros. Así lo demuestra un estudio realizado en la Universidad de Uppsala (Suecia), en el que los investigadores siguieron a más de dos millones de mujeres y adolescentes en Suecia para determinar cómo influyen los distintos anticonceptivos hormonales en el riesgo de padecer cáncer de mama. Cientos de miles de mujeres utilizan anticonceptivos hormonales cada año. Los anticonceptivos actuales son muy diferentes a los que se empezaron a utilizar en los años sesenta del siglo XX y hoy día hay nuevos productos, desde píldoras anticonceptivas combinadas que contienen estrógeno y progestina hasta métodos con solo progestina, como las minipíldoras, los DIU hormonales, los implantes y las inyecciones. Hasta ahora, la mayoría de las investigaciones previas se han centrado principalmente en las píldoras anticonceptivas combinadas, que solían ser la opción más común. Sin embargo, actualmente, las alternativas basadas en progestina son cada vez más populares, por lo que es importante estudiar en detalle sus efectos a largo plazo sobre la salud. Además, en los anticonceptivos combinados y en los de solo progestina se utilizan varios tipos diferentes de progestina, con distinta potencia y posibles efectos diferentes sobre el riesgo de cáncer. En este nuevo estudio que se publica e la revista ‘ Jama Oncology ‘, el más extenso de su tipo, se han examinado distintos tipos de anticonceptivos hormonales y su relación con el riesgo de cáncer de mama. Gracias a los registros nacionales únicos de Suecia, que contienen información sobre todas las recetas dispensadas y todos los diagnósticos de cáncer, se pudieron analizar más de dos millones de mujeres de entre 13 y 49 años, a quienes se les controló a través de los registros nacionales desde 2006 hasta 2019. El objetivo era identificar los riesgos asociados con los diferentes tipos de anticonceptivos. Los resultados del estudio muestran que los riesgos varían según el tipo de hormona que contiene el producto. «No todos los anticonceptivos hormonales tienen el mismo efecto sobre el riesgo de cáncer de mama», afirma la profesora Åsa Johansson, jefa del grupo de investigación de la Universidad de Uppsala y SciLifeLab , y autora principal del estudio. «Nuestros resultados indican que algunos progestágenos, en particular el desogestrel , están relacionados con un mayor riesgo de cáncer de mama, mientras que otros, como las inyecciones de acetato de medroxiprogesterona de depósito, no mostraron ningún aumento». El trabajo también mostró que tanto las píldoras anticonceptivas combinadas como los dispositivos intrauterinos hormonales que contienen levonorgestrel, que se encuentran entre los productos más utilizados en Suecia, se asociaron con un riesgo menor que el desogestrel. Sin considerar el tipo de anticonceptivo utilizado por las mujeres del estudio, el uso de anticonceptivos hormonales se asoció con un aumento del 24 % en el riesgo de cáncer de mama , lo que corresponde a aproximadamente un caso adicional de cáncer por cada 7.800 usuarias al año. El riesgo de cáncer de mama aumentaba con el tiempo de uso de anticonceptivos. El uso prolongado de píldoras con desogestrel elevó el riesgo casi un 50 %, frente a menos del 20 % con levonorgestrel. En cambio, las píldoras con drospirenona y estrógeno no mostraron un aumento del riesgo, lo que sugiere que podrían ser una opción más segura para mujeres con mayor riesgo basal. «Los anticonceptivos hormonales son muy eficaces y aportan importantes beneficios para la salud, por lo que no recomendamos que las mujeres dejen de usarlos -reconoce Fatemeh Hadizadeh, autora principal del estudio-. Además de proteger contra embarazos no deseados, reducen el riesgo de cáncer de ovario y de endometrio, alivian el dolor menstrual y el sangrado abundante, ayudan a combatir el acné y brindan a las mujeres un mayor control sobre su salud reproductiva. Ahora bien, añade, teniendo en cuenta que el cáncer de mama es el cáncer más común entre las mujeres y, hasta que se disponga de mejores tratamientos preventivos, aconseja « evitar los fármacos que aumentan el riesgo, especialmente las mujeres que ya presentan un mayor riesgo . Los resultados de nuestro estudio proporcionan a médicos y mujeres información útil para tomar decisiones».
 
			
 
  
  
		 
		 
		 
		