Publicado: octubre 30, 2025, 9:00 am

Hoy, 30 de octubre, Rory Branker cumple 47 años, pero lo hace en circunstancias profundamente injustas y dolorosas: sigue detenido, lejos de su familia y sin explicación legal válida. La reciente noticia de la muerte de su hermano, quien lo sostenía en medio del encierro, golpea de forma particularmente brutal en esta fecha tan sensible.
Este día que normalmente simboliza esperanza y reunión familiar, se transforma para Rory en un símbolo de resistencia y vulnerabilidad.
Cumple años privado de su libertad, incomunicado y sin la presencia de quienes más ama, especialmente su madre de 80 años, que ahora está sola, enfrentando el duelo de un hijo ausente y otro que se fue para siempre.
Más que un periodista, un hijo, hermano y amigo
Rory es mucho más que la etiqueta de “preso político”: es un hombre hogareño, protector, generoso y entrañable. Hoy, sus costumbres sencillas y los pequeños rituales familiares, como el café compartido con su mamá, las risas con sus amigos y las conversaciones sobre tantos temas que le apasionan están suspendidas por la injusticia y el dolor.
Pasará su cumpleaños privado de libertad, enfrentando incertidumbre y vulnerabilidad tras las rejas. Sin la cercanía de familiares y amigos, ni el abrazo de su madre, enfrentando una realidad que debería conmover la conciencia de todos y redoblar el llamado a la justicia y la solidaridad.
Su situación representa una injusticia que no debe normalizarse: alcemos la voz, ¡Rory es inocente, no merece estar tras las rejas y ejercer el periodismo jamás debería ser considerado un delito!
¡No hay nada que celebrar mientras la injusticia persista!

 
			
 
            
      
   
  
  
		 
		 
		 
		 
		 
		 
		