Publicado: octubre 22, 2025, 9:30 pm
Aunque tuvo varios papeles antes, su papel en Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra (2003) enseñó a Keira Knightley lo que era la fama. Tanto lo bueno como lo malo, pues se volvió «loca» por el acoso de los paparazzi, que intentaban conseguir las mejores (o peores) fotos a cualquier precio.
«No se fueron en cinco años«, aseguró la actriz en The Times of London, donde criticó que se permitiera a «diez hombres estar fuera» de su casa gritándole solo porque «tienen cámaras».
«Me solían gritar ‘zorra’ y ‘puta’, sobre todo si estaba con alguien como mi novio, mi hermano o mi padre», sostuvo la intérprete, que argumentó que «intentaban provocarlos para que les pegaran y así poder demandarlos».
«Entonces empezaron los accidentes: obligaban a la gente a salir de la carretera y luego cobraban más por fotos de una actriz accidentada o lo que fuera«, reflexionó la estrella de Hollywood.
Además, afirmó que cuando Britney Spears se rapó la cabeza en 2007 tuvo la idea de forzar a que los fotógrafos no tuvieran contenido: se deshizo de toda su ropa y empezó «a llevar la misma ropa todos los días»; o, si la seguían, «dejaba de caminar», se quedaba «parada, literalmente, inmóvil».
«Un día estuve parada cinco horas. ‘Si sigues ahí, no me muevo», aseguró. «No era una foto valiosa para ellos si siempre estaba con la misma ropa y parada. Solo se podía hacer una noticia diciendo ‘lleva la misma ropa’ y eso se termina volviendo aburrido».
Keira Knightley reveló que la persecución fue tal que los paparazzi alquilaron el piso que estaba frente al suyo: «No podíamos usar la puerta principal del apartamento porque podían verlo».
Según relató, terminó sintiendo cuándo alguien la seguía, como si fuera «una sensación física». Y, finalmente, dejó la actuación, algo en lo que su familia la apoyó.
«Se me daba muy bien. Museos, trenes… Nadie espera verte ahí. Estaba muy desaliñada, algo que tampoco se esperaban. No haces contacto visual, vas un poco encorvada. Me escabullí», apuntó la actriz, que sostuvo que le costó años dejar de sentirse así de paranoica.