Publicado: octubre 22, 2025, 2:00 am
El lenguaje no verbal está compuesto por todos aquellos gestos que no expresan las palabras durante una conversación, pero que sin embargo nos proporcionan muchísima información sobre la situación emocional de nuestro interlocutor, su personalidad, y las posibles carencias en cuanto a habilidad social que pudiera tener.
En el caso concreto de aquellas personas que caminan con la vista puesta en el suelo como norma habitual, en un gran número de casos y según los expertos en psicología, podría tener un fundamento de baja autoestima o, al menos, ser la muestra evidente de ciertas inseguridades. Se trata de una explicación muy genérica, pero existen muchas posibilidades para explicar este tipo de comportamiento no verbal.
Qué es la comunicación no verbal y qué pistas puede darnos sobre nuestro interlocutor
La manera en la que colocamos nuestro cuerpo en determinadas situaciones, así como las expresiones faciales, son herramientas de comunicación perfectamente válidas en las relaciones sociales, que complementan el lenguaje verbal de la conversación. La definición oficial de comunicación no verbal, tiene que ver con todos esos comportamientos y señales corporales que, incluso, podrían contradecir lo que nuestras palabras expresan de manera inconsciente.
Por lo tanto, en una interacción entre seres humanos la conversación hablada tiene mucha importancia, pero puede proporcionarnos más detalles cómo la otra persona se mueve, coloca sus manos, nos mira, o acaricia su pelo, por citar solo algunos ejemplos de comunicación no verbal inconsciente.
Los expertos en psicología sugieren prestar atención a estas señales, puesto que las palabras pueden estar manipuladas por la mente; es decir, yo puedo forzar lo que digo e intentar hacerlo creíble si me concentro. Sin embargo, que mi cuerpo forme parte de la puesta en escena ‘forzada’ que he planeado, va a resultar mucho más difícil. Y es ahí donde podemos obtener mucha información sobre el momento concreto, la situación emocional de nuestro interlocutor, pero también sobre su personalidad, miedos, complejos o carencias afectivas.
Esto es lo que podía esconder una mirada permanente al suelo
Lo más probable es que las personas que caminan de manera habitual bajando su cabeza, sin mirar de frente ni interactuar con su entorno inmediato, tengan un problema de falta de confianza en sí mismos, de baja autoestima e inseguridades varias. Quienes evitan por todos los medios el contacto visual, es posible que estén sintiendo vulnerabilidad en exceso y no se atrevan a afrontarla. En realidad, se trata de un mecanismo de defensa para protegerse.
Sentirse juzgado a cada paso puede obligar a estas personas a querer ocultarse, y a sentir miedo si el contacto visual se produce porque quedarían expuestos (al menos, eso piensan ellos). A veces, esta forma de caminar está relacionada con estados depresivos y pensamientos negativos de tristeza vital, que lleva a quienes lo padecen a una especie de desconexión con su entorno.
Otra de las posibles razones, según la psicología, es la timidez que forma parte de la personalidad del sujeto en cuestión. La ansiedad social que le produce tener que afrontar un ‘cara a cara’ hace que, inconscientemente, agachen la mirada. Por supuesto, también tiene mucho que ver el contexto cultural. En el caso de los japoneses, por ejemplo, bajar la mirada es una manera de mostrar respeto, y subirla mirando directamente a los ojos del otro podría interpretarse como un desafío de mal gusto.