Publicado: octubre 6, 2025, 1:30 am
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Tal vez fuera cuestión de tiempo que Mira Sorvino recayera en Nueva York. La actriz nació en Manhattan en 1967, aunque pasó parte de su infancia en Nueva Jersey, donde se crio en un ambiente familiar vinculado al arte: su madre, Lorraine, fue actriz y terapeuta dramática, y su padre, Paul Sorvino, un reconocido actor.
A pesar de que su padre no quería que sus hijos se dedicaran demasiado pronto al espectáculo, Mira quiso participar en obras escolares y en producciones universitarias en su tiempo de estudiosa en Harvard, donde se licenció magna cum laude en estudios del Este Asiático. Pasó un año en China, perfeccionó su mandarín y, después de graduarse, puso todo su empeño en su carrera como actriz.
Fue en 1995 cuando apareció el que sería el punto de inflexión en su carrera: Woody Allen la eligió para Poderosa Afrodita. Apenas había aterrizado en el panorama, y Sorvino ganó un Óscar y un Globo de Oro a mejor actriz de reparto. La película la catapultó al estrellato, y definió lo que serían los años posteriores en la vida de la actriz, hasta que su camino se cruzó con Harvey Weinstein.
En varias entrevistas desde 2017, Sorvino confesó gracias al amparo del MeToo que el productor bloqueó oportunidades para ella después de que lo rechazara, lo que derivó en un blacklist dentro de la industria. Durante mucho tiempo, su presencia en grandes producciones se frenó en seco.
Continuó, aun así, trabajando en cine independiente y televisión, alternando papeles pequeños o secundarios, y mantuvo un compromiso activo en varias causas sociales: fue embajadora de UNICEF para la ONU contra la trata de personas, colaboró con Amnistía Internacional y ha abogado públicamente por los derechos de las víctimas de agresión y por hacer reformas frente a los delitos sexuales. Llevó magistralmente su activismo al cine en 2022, en Sound of Freedom, una película con temática controvertida sobre la trata. Ese mismo año moría su padre, Paul Sorvino, y ella le rindió un sentido homenaje público en el que subrayó la influencia que él había tenido en su carrera.
Hace unos días, Sorvino cumplía cincuenta y ocho años y lo celebraba, nada menos, que entre los bastidores de Broadway, donde este año ha hecho su debut interpretando a Roxie Hart en la icónica Chicago, una obra y un papel que parece empeñado en rescatar ante los ojos del público a grandes actrices que, por la razón que fuera, no consiguieron crecer todo lo que prometía su enorme potencial.
