Publicado: octubre 3, 2025, 9:30 am
La obispa Sarah Mullally destacó este viernes la «enorme responsabilidad» que asume al convertirse en la primera mujer en la historia en asumir los cargos de arzobispa de Canterbury, líder espiritual de la Iglesia de Inglaterra y primada de la comunión anglicana.
Tras confirmarse este viernes el nombramiento, la religiosa, de 63 años, aseguró que afronta esta misión con un sentimiento de «paz y confianza en que Dios» le guiará para liderar a una fe que reúne a unos 95 millones de creyentes estimados en 165 países del mundo. «Al responder a la llamada de Cristo a este nuevo ministerio, lo hago con el mismo espíritu de servicio a Dios y a los demás que me ha impulsado desde que me convertí a la fe en mi adolescencia», señaló Mullally en un comunicado.
Destacó que, en cada etapa de ese camino, tanto en su profesión como enfermera como en su labor sacerdotal, ha aprendido a «escuchar con atención, tanto a las personas como a las suaves indicaciones de Dios, con el objetivo de unir a las personas para que encuentren esperanza y sanación.» «Simplemente, quiero animar a la Iglesia a seguir creciendo en su confianza en el Evangelio, a hablar del amor que encontramos en Jesucristo y a que este amor guíe nuestras acciones», subrayó.
Mullally se comprometió a compartir «este camino de fe» con los millones de personas que sirven a Dios y a sus comunidades en las parroquias de todo el país, y en toda la congregación anglicana a nivel mundial. «Sé -concluyó- que esto supone una gran responsabilidad, pero lo afronto con tranquilidad y confiando en que Dios me seguirá guiando, como siempre lo ha hecho».
Su nombramiento fue anunciado por el Gobierno británico tras un proceso de selección dirigido por la Comisión de Nominaciones de la Corona, y aprobado asimismo por el rey Carlos III, que tiene el título simbólico de gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra. «Su Majestad felicita a la obispa Sarah por su nombramiento como futura arzobispa, un cargo de gran importancia tanto en el Reino Unido como en toda la Comunión Anglicana mundial», indicó un comunicado difundido por el palacio de Buckingham.
El primer ministro británico, Keir Starmer, también celebró este viernes la designación de Mullaly y destacó su carácter histórico al tratarse de la primera mujer en el cargo. «La iglesia de Inglaterra tiene una importancia fundamental para este país. Sus iglesias, catedrales, escuelas y organizaciones benéficas forman parte del tejido social de nuestras comunidades», recordó el líder laborista.
Stamer avanzó que la nueva arzobispa de Canterbury desempeñará un papel fundamental «en la vida de nuestra nación«, le deseó éxito y confió en «poder colaborar juntos».