Publicado: octubre 2, 2025, 8:30 pm
Este 2025 ha sido un año repleto de cambios para Sofía Suescun, quien ya hace tiempo que dejó atrás la etiqueta de ‘reina de los realities’ para dedicarse en gran medida a su faceta como influencer, desde la que no solo comparte su día a día, sino multitud de consejos para ayudar a sus seguidores a llevar un estilo de vida más saludable.
En un ejercicio de honestidad con su comunidad, la actual pareja de Kiko Jiménez publicó este jueves a través de Instagram una profunda reflexión en la que abordaba los aspectos de su vida que, a sus 29 años, ha logrado asimilar y sobre los que, ahora, puede hablar sin «avergonzarse». Incluso, si aquellos asuntos puedan acabar salpicando a algunas personas de su entorno, las cuales pudiesen darse por aludidas.
Tal podría ser el caso de su madre, Maite Galdeano, y su hermano mayor, Cristian Suescún, quienes hace unos días protagonizaron un reencuentro en el plató de ¡De viernes! y alertaron sobre que la pareja de Sofía pudiera ser el motivo de su distanciamiento. «Me engañaron cuando me dijeron que la familia es lo primero», comenzaba diciendo Sofía en su escrito.
Lejos de quedarse ahí, la influencer, quien animó a sus seguidores a alejarse de «cualquier círculo» que coarte su libertad, contextualizó su afirmación y señaló cuál es el modelo de familia idóneo. «La familia que vale es la que te impulsa, te apoya y te deja ser libre. Si no te aceptan como eres, no tienes por qué cargar con su chantaje emocional», sentenció.
En este sentido, la creadora de contenido sostiene que el «amor verdadero» puede recibirse de otras personas o seres vivos, sin importar que «lleven tu misma sangre». De hecho, agregó, otra de sus revelaciones está relacionado con sus mascotas, de quienes, en muchos casos, prefiere rodearse porque le brindan «paz, compañía y amor».
Un cúmulo de positivas sensaciones vinculadas a su deseo de llevar un estilo de vida más tranquilo, alejado de las expectativas que recaen sobre ella. «Estoy harta de vivir bajo lo que ‘se espera’ de mí. Valoro más que nada mi libertad, mi paz interior y mi esencia», confesó.
No obstante, y aunque ha aprendido a «vivir con tranquilidad el presente», «sin anclarse en el pasado» ni «ahogarse con el futuro», aún debe lidiar con las consecuencias de ser una persona altamente sensible (o PAS), por lo que, en la medida de lo posible, evitar acudir a lugares concurridos. «Me agobio, me de ansiedad, quiero huir», comentó.
Dejando caer su deseo de marcharse a un lugar que le proporcione el anonimato que ansía, rodeada «de lo único que le hace feliz» (los animales y la naturaleza), Suescun concluye su inesperada reflexión con una última indirecta a su familia. «Y si a alguien le incomoda… no pasa nada. Porque al final, mi vida es mía».