Publicado: septiembre 29, 2025, 3:02 am
La inflación se ha situado en el 2,9% en septiembre -comparado con el mismo mes del año anterior-, cifra que está dos décimas por encima del dato de agosto y de hecho supone el cuarto acelerón mensual del indicador, desde el 2% que tenÃa en mayo. Esto parece confirmar los augurios de Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE) , que en la rueda de prensa posterior a la última reunión de polÃtica monetaria fue muy clara al confirmar que «el proceso desinflacionario ha terminado» . Esto no significa que el indicador vaya a repuntar drásticamente ni que el supervisor europeo prevea un endurecimiento repentino de la polÃtica monetaria -el BCE centra todos sus esfuerzos en ser previsible-, pero sà -según explicó Lagarde- que el ciclo de moderación de los precios no seguirá. Con los datos de septiembre en la mano, que en cualquier caso son una estimación pendiente de confirmar, esto es más cierto en España que en el resto de la eurozona, pues ese 2,9% está casi un punto por encima de la media que registraron todos los paÃses de la moneda común en agosto (2%), último mes del que se dispone de datos. En su informe, EstadÃstica justifica el acelerón por el efecto de los precios de los carburantes y la electricidad , que, aunque se moderaron, bajaron menos que en septiembre de 2024. No hay que olvidar, en relación a esto último, que la energÃa y los alimentos no elaborados acostumbran a ser los elementos que siempre alteran la media, debido a su volatilidad. Precisamente por eso, el INE ofrece el dato del IPC subyacente, que excluye los indicadores más volátiles del análisis -energÃa y alimentos no elaborados-. Exactamente, en septiembre el IPC subyacente disminuyó una décima, hasta el 2,3%, lo que de hecho indica que los precios están más controlados a nivel ‘estructural’. En un comentario esta mañana, el Ministerio de EconomÃa se ha agarrado a este dato positivo, que para el departamento que dirige Carlos Cuerpo «continúa su senda descendente hacia el objetivo del Banco Central Europeo». El objetivo, como ya se sabe, es el 2%, un nivel al que el supervisor europeo considera que los precios están lo suficientemente lejos tanto de la deflación como de una escalada; es decir, en un porcentaje que deberÃa justificarse solo por la propia inercia de la mejorÃa del PIB. El problema con esto último, quizá, es que en nuestro paÃs la inflación encadena varios años de escalada a un nivel muy superior a los salarios, que están muy lejos de avanzar dos puntos al año. Sirva este dato, y es que en los últimos cinco años el IPC ha aumentado un 23% mientras los salarios solo lo han hecho un 11% (datos de 2024 del INE).