Publicado: septiembre 26, 2025, 10:30 am
Robin Wright se convirtió a finales de los años 80, lentamente, en una de las actrices favoritas de Estados Unidos gracias a una telenovela, Santa Barbara, con la que se dio a conocer justo antes de pasar a ser una estrella a escala internacional gracias La princesa prometida, El clan de los irlandeses y, como colofón, ya entrados en los 90, Forrest Gump. En todas estas películas, curiosamente, el amor de su personaje era para siempre, a veces durante décadas. Sin embargo, en la vida real, la actriz parecía incapaz de encontrar a esa persona con la que pasar el resto de su vida.
Hasta ahora, cuando ha encontrado a su «media naranja». «Por fin la he conocido. Me ve y me quiere tal cual como soy. Y eso da mucha paz», ha declarado la intérprete en una entrevista para The Sunday Times. Wright está promocionando la última miniserie que ha protagonizado, La novia, de Amazon Prime, y en las diferentes entrevistas que ha realizado ya no le importa hablar de ese aspecto de su vida privada, siendo las primeras veces en las que la ganadora del Globo de Oro habla abiertamente sobre Henry Smith, el arquitecto al que conoció durante la pandemia por el coronavirus y con el que comparte su vida desde que se vieron en un bar.
«Es un encanto, un hombre adulto bueno y decente», le ha confesado Wright a Drew Barrymore en el programa de esta. «[Durante el covid] Estábamos en la cama, tremendamente enfermos, pero llorando, riendo, abrazándonos, queriéndonos, dándonos besos… Era como si nos estuviéramos diciendo que queríamos conocernos más», ha rememorado la protagonista de House of cards.
Con una voz un tanto entrecortada por la emoción, Robin Wright ha reflexionado sobre lo que ha significado para ella volver a confiar en alguien a punto de cumplir las seis décadas de vida. «Es muy raro hablar de esto porque es todo tan nuevo… Diría que se siente como algo antiguo, pero en el buen sentido de la palabra. Porque tengo 59 años, casi 60. Ya está, ya había terminado, dejado de buscar. Pero, así como así, él entró en mi vida y yo en la suya. Y fue cuando pensamos: ‘Ahora sí», ha dicho. Y cuando Barrymore le ha puntualizado que está utilizando palabras de esperanza, ha dicho: «Ahora soy agnóstica en el amor porque algo creo».
Y esa creencia es la misma que le hace haber cambiado Estados Unidos por Londres, donde vive junto al arquitecto en una casa de alquiler. «Me encanta estar en este país», le dijo al periódico británico, «aquí hay una gran libertad. La gente es muy amable y vive con más alegría. No están todo el día en el coche en mitad del tráfico, siempre en alerta por si les entra una llamada mientras se comen rápidos un sándwich. Eso es lo que pasa en la mayor parte de Estados Unidos. Todo es prisa, competencia y velocidad», ha afirmado, mientras que con respecto a su vivienda, ha sido muy sincera: «Todo el mundo se está construyendo una casa gigantesca pero yo ya me he cansado de eso. A mí lo que me gusta es la tranquilidad».
Sus anteriores matrimonios
A pesar de su buen momento con Henry Smith, Robin Wright ha precisado que, en su opinión, es «innecesario» volver a pasar por el altar y darse el «Sí, quiero». Quizá porque sería, en su caso, la cuarta vez, y no guarda un especial recuerdo de sus anteriores ocasiones. De hecho, la primera fue muy joven, y con un compañero de reparto, Dane Witherspoon, quien interpretó al interés amoroso del personaje de la actriz, Joe Perkins, apenas tres meses.
Se habían conocido durante la audición, pero al cabo de unos pocos episodios los responsables de la serie decidieron despedirlo y reemplazarlo. Aun así, en la vida real el amor había surgido entre ellos y estuvieron juntos cuatro años, desde 1984 hasta 1988. Fue a finales de 1987 cuando decidieron dar el paso y casarse, sin embargo, su matrimonio apenas si duró seis meses. Como nota negativa, Dane Witherspoon falleció el 29 de marzo de 2014 a los 56 años.
No tardaría Robin Wright en encontrar a su siguiente marido, pues ocurrió durante el rodaje de El clan de los irlandeses, donde se enamoró de su protagonista, Sean Penn, quien acababa de terminar una relación abusiva con Madonna (aunque ambos siempre han negado, incluso en sede judicial, que hubiese violencia en su historia de amor). Se casarían en la primavera de 1996, aunque para entonces ya habían nacido sus dos hijos, Dylan Frances, en 1991, y Hopper Jack, dos años más tarde, y ella había cambiado su nombre artístico a Robin Wright Penn.
Alegando las consabidas diferencias irreconciliables, se divorcian el 18 de diciembre de 2007, si bien unos meses más tarde, a primeros de abril de 2008, se anula dicho divorcio, apareciendo de nuevo juntos y del brazo en la ceremonia de los Oscar de 2009, en los que Penn se alzó con la estatuilla a mejor actor por Mi nombre es Harvey Milk —en el discurso de agradecimiento no menciona en ningún momento a su esposa—. En agosto de 2010, ya sí, es definitiva la separación y el divorcio.
Aunque no fue la última vez que se casó. Primeramente, en enero de 2014, se comprometió con el actor Ben Foster, con quien llevaba saliendo un par de años, si bien en noviembre de aquel mismo 2014 se rompía la pareja. Retomaron la relación el siguiente enero, pero en verano volvieron a finalizar su historia de amor, esta vez de forma definitiva. Quizá por su historial con la prensa del corazón, cuando en 2017 Robin Wright conoce al empresario francés Clement Giraudet, ejecutivo de la firma Yves Saint Laurent en el Festival de Cannes, lo mantiene en secreto. Pero se da a conocer después de que en el verano de 2018 se casen en La Roche-sur-le-Buis, en la región de Ródano-Alpes. En 2022 se terminan divorciando, aunque no está claro si fue antes o después de conocer a Henry Smith.
