Publicado: septiembre 25, 2025, 12:31 pm
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, reiteró este jueves durante su intervención, en una videoconferencia, en la Asamblea General de la ONU su rechazo al ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 y la necesidad del desarme del grupo islamista. «A pesar de todo lo que ha sufrido nuestro pueblo, rechazamos los actos de Hamás del 7 de octubre de 2023, cuando tomaron por blanco a los israelíes», aseveró el mandatario e insistió en que el atentado en el que Hamás mató a 1.200 personas y secuestró a 251 «no representa al pueblo palestino» o a su lucha por la libertad.
El político reivindicó así el rol de la ANP, que gobierna en áreas reducidas de Cisjordania a causa de la ocupación ilegal israelí, como administradora de la Franja de Gaza en un hipotético ‘día después’ a la ofensiva de Israel contra el enclave. «Estamos dispuestos a asumir la plena responsabilidad de su gobernanza (la de Gaza) y a garantizar su seguridad. Hamás no tendrá un papel que desempeñar como parte de la gobernanza», continuó.
Abás dijo ante las Naciones Unidas que tanto Hamás como el resto de facciones «tendrán que deponer las armas entregándolas a la Autoridad Palestina» como parte del proceso para establecer la instituciones de un «Estado único, con un sistema jurídico y unas fuerzas armadas propias». «Reiteremos que no queremos que nuestro Estado sea un Estado que porta armas», dijo. Además, insistió en que todos los rehenes y detenidos de ambos bandos deben ser liberados.
El líder palestino también afirmó que lo que hace Israel en la Franja de Gaza «no puede caracterizarse como una mera agresión», ya que se trata de «un crimen de guerra, de lesa humanidad». «Han asediado a un pueblo y destruido más del 80% de los hogares, escuelas, iglesias, mezquitas e infraestructuras», indicó Abás sobre Gaza, para quien la ofensiva israelí en la Franja palestina «se recordará como uno de los capítulos más trágicos del siglo XXI». Asimismo, reclamó que se ponga fin a la ofensiva israelí, que llegue la ayuda humanitaria «cuanto antes» a través de la ONU para que se deje de «usar el hambre como arma de guerra» y que Israel se retire por completo de la Franja.
Abás, que gobierna en las zonas del territorio palestino de Cisjordania que no controla Israel, se quejó de que «se han aprobado más de mil resoluciones en las Naciones Unidas» y que «ninguna de ellas ha sido aplicada». Y recordó que, mientras la Autoridad Palestina rechazó la violencia y el terrorismo y reconoció el Estado de Israel, este país «no respetó los acuerdos firmados y ha trabajado de forma sistemática para socavarlos». «Rechazamos que se equipare nuestra lucha con el antisemitismo, que es contrario a nuestros valores y principios», añadió, e instó a que se ponga «punto y final al terrorismo de años de los colonos (israelíes en Cisjordania)» y a la «confiscación de tierras y propiedades de los palestinos».
La ONU retomó durante el lunes la bautizada como Conferencia Internacional de Alto Nivel para la Solución Pacífica de la Cuestión de Palestina y la Implementación de la Solución de los Dos Estados. Sus participantes habían aprobado el 12 de septiembre la llamada Declaración de Nueva York, una resolución en la que pedían un alto el fuego inmediato para la Franja de Gaza, la liberación de los 48 rehenes que quedan en el enclave, el desarme de Hamás y que este grupo sea excluido de un futuro Gobierno en Gaza para dar paso a la ANP.
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el pasado viernes por una mayoría aplastante permitir de forma excepcional que Abás participara por videoconferencia en la sesión, debido a que EEUU negó y revocó los visados de los diplomáticos de la ANP. La medida salió adelante con 145 votos a favor, seis abstenciones —Albania, Fiji, Hungría, Macedonia del Norte, Panamá y Papúa Nueva Guinea— y cinco votos en contra —Israel, Estados Unidos, Paraguay, Palau y Nauru.
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se encuentra de camino a Nueva York para participar en la Asamblea a pesar de la orden de detención de la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad que pesa sobre él. De hecho, su avión desvió la ruta para evitar atravesar países que pudieran cumplir con la orden de arresto en su contra. Al término del encuentro en Naciones Unidas tiene previsto reunirse con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump