Publicado: septiembre 24, 2025, 10:30 pm
Siguiendo la recomendación de su equipo de asesores, Violeta Mangriñán ha dado el gran paso de firmar su testamento y determinar cómo y entre quiénes se repartirá su patrimonio, en caso de que le «pase algo». Hasta ahora, la valenciana había prorrogado realizar este trámite «de adultos» que establece con claridad cuáles son sus últimas voluntades.
«No me preguntes por qué, es un trámite que siempre me ha dado ‘yuyu'», admitía este lunes la influencer, a través de sus historias de Instagram, acompañándose de una fotografía tomada desde el despacho de la notaría. Una vez completada su tarea, Mangriñán compartió con sus más de 2,4 millones de seguidores cómo se repartirá su herencia después de que fallezca, aunque, eso sí, sin revelar cifras económicas.
Como era de esperar, las mayores beneficiarias son sus hijas Gala y Gia, a cada una de las cuales le asignó el 45 por ciento del total. Por su parte, a su hermana Lila le correspondería el 10 por ciento restante de la herencia. «Ale, si me pasa algo ya estáis al tanto. Si veis que no se cumple, me hacéis una señal y vuelvo del más allá para hacer que se cumpla», bromeó.
Uno de los aspectos más llamativos de su testamento es que, contra todo pronóstico, su pareja y padre de sus hijas, Fabio Colloricchio, habría sido excluido. A este respecto, la influencer intentó quitar hierro al asunto, aludiendo a la reticencia del argentino a hincar la rodilla. «Todo puede cambiar», comentó Violeta. «La de la notaría me ha dicho que si me caso hay que cambiar el testamento. Así que, Fabio, tú te lo pierdes».
Más tarde, sin embargo, la empresaria de té matcha adoptó un tono más serio para aclarar en una posterior story las condiciones provisionales bajo las que firmó su testamento. Y es que, según ella misma explicó, se puede modificar este documento tantas veces como se desee a lo largo del tiempo. «En caso de fallecimiento (Dios no quiera) tendrá validez el último que se haya firmado», apuntaba.
En este punto, la valenciana comentó que, si bien, en un inicio, pretendía distribuir su herencia a partes iguales entre sus hijas, finalmente decidió incluir a su hermana en el reparto. Una afirmación que no tardó en recibir una irónica réplica de Fabio, ubicado en la sala contigua. «Gracias por lo que me has dejado, eh», se le escuchó decir, fuera de plano.
Antes de zanjar el asunto, Mangriñán volvió a incidir en la importancia de darse el ‘sí, quiero’ con Fabio en lo que se refiere a su propio testamento. «A mí me importa tres pepinos casarme, pero, si algún día me caso con él, legalmente el testamento cambia y él, aunque hiciésemos separación de bienes, podría disfrutar de mis bienes hasta que mis hijas fuesen mayores de edad», indicó.
En este hipotético escenario, admitió, uno de sus temores más «tóxicos» y «primitivos» está relacionado con la posibilidad de que, en el caso de que ella falleciese, su pareja rehiciese su vida con otra persona, residiendo en la misma casa y a cargo de sus hijas. «Yo me revolvería en mi propia tumba y volvería del más allá para echarle de mi casa», confesó Violeta, entre risas, y añadió: «Es algo que no podría soportarlo».
