Publicado: septiembre 22, 2025, 10:30 pm
El pasado fin de semana las redes sociales se inundaron de romanticismo con la boda de Natalia Palacios y Carliyo ‘El Nervio’, a la que, más tarde, se unió también el ‘sí, quiero’ de otra compañera de sector: Rocío Camacho. La influencer y su pareja, Guillermo Aylon, pusieron el broche de oro a su tierna pedida de mano frente al mar con un enlace de ensueño en Madrid.
La ceremonia, de carácter civil, se celebró durante la tarde del pasado sábado, día 20 de septiembre, en el castillo de Batres, un impresionante enclave histórico del sur de la capital que, hasta el «gran día», estuvo envuelto en secretismo. Del mismo modo, poco se sabía del vestido nupcial de Camacho antes de su espera boda, que llega tras más de tres años de noviazgo con el agente de tenistas.
Para la ocasión, la creadora de contenido se decantó por un vestido de alta costura, diseñado a medida por uno de los costureros más destacados del país, Lorenzo Caprile, con un llamativo escote barco drapeado y espalda descubierta que culminaba con una enorme cola. «Algo sencillo, elegante y con un toque sensual», según aseguraba Rocío a Vanitatis, que marcaba su silueta y dejó boquiabiertos a todos los asistentes (y al novio) en su camino al altar.
Más de 200 invitados, entre familiares, amigos y seres queridos, no quisieron perderse esta señalada cita, que contó con la presencia de multitud de personalidades de internet como Rocío Osorno, Teresa Bass, Susana Megan, Marta Carriedo, Claudia Martínez, Sophie Tatar o Sara Fructuoso, entre otras. Pero no fueron las únicas, ya que fuera del mundo de las redes sociales, también se dejaron ver figuras del deporte como los hermanos Mar y Álex Márquez y la medallista olímpica Claudia Marín.
Uno de los momentos más emotivos de la ceremonia llegó con la lectura de los votos. En un vídeo que compartió más tarde, se observa cómo la voz de Camacho comienza a quebrarse a medida que le declara a su ya marido el profundo amor que le profesa y le revela la «tranquilidad» que siente al dar este gran paso en su vida, comprometiéndose con él en un «amor sano» que no «agita» su vida, sino que la «emociona».
«Me has enseñado que lo real está lejos de ser perfecto y que lo importante es que, a pesar de tenernos, nunca nos demos por hecho. Contigo he aprendido muchas cosas, además de tenis, claro», bromeaba la influencer, aportando la nota de humor a sus votos. «Ahora sé lo que es la libertad, la tranquilidad en pareja y que lo bonito no es estar locamente enamorada sino tranquilamente enamorada», agregó.
Con esta defensa de un «amor sano» durante la ceremonia, en la que también hizo acto de presencia su perrita, una pomerania negra, la influencer trasladó la estética de cuento del castillo a la modernidad y sencillez que la caracterizan. Ya en los momentos previos al banquete, Roció se liberó de los nervios y los convencionalismos y se vio posando sonriente junto a sus amigas de la infancia y compañeras de profesión. «Toda una vida va a ser poco para todo lo que quiero vivir contigo», escribió en la primera de sus publicaciones al respecto.
