Publicado: septiembre 15, 2025, 11:30 pm
Cuando en 2013 se estrenó la película Her, de Spike Jonze, y quizá debido a la voz prodigiosa de Scarlett Johansson, pocos repararon en la química que existía entre Joaquin Phoenix y Rooney Mara, que interpretaba a la mujer de la que se estaba separando en su vida real el protagonista. Pero lo cierto es que en su vida real, Joaquin había quedado prendado de la intérprete, hasta el punto de reconocer, años después, que ha sido la única mujer —la única persona, de hecho— cuyo nombre ha buscado en Google para saber más.
A pesar de aquella primera chispa, su relación no evolucionó inmediatamente al la vida en pareja, sino que antes vivieron una especie de amistad y amor por correspondencia, fraguando su futuro como en una novela epistolar. Quizá por ello, por sus consabidas rarezas y esa forma que siempre han tenido para evitar el foco mediático y a los paparazzis, sea tan complicado certificar en qué momento comenzaron a salir, considerando de igual manera que en aquel rodaje en 2012 la intérprete salía el director estadounidense Charlie McDowell y que, en teoría, no acabó hasta después de la siguiente cinta que coprotagonizaron.
Fue una cinta sobre María Magdalena en la que el actor encarnaba a Jesucristo y ella a la protagonista de la historia. Una imagen robada del set en la que Mara se fumaba un cigarrillo mientras Joaquin estaba crucificado se hizo viral en cuanto se supo la noticia de su romance, porque ella le pasaba a él el tabaco para que fumase también, como un gesto último de amor. Y, a partir de ahí, su relación se volvió pública y ellos lo han aprovechado para apoyar las causas que defienden, sin que ello menoscabe la tranquilidad que han buscado para formar una familia.
Apenas un año después, en 2017, ambos aparecían juntos en el Festival de Cannes —Phoenix presentaba la película En realidad, nunca estuviste aquí, por la que ganó el premio al mejor actor— y confirmaban su amor, algo que todavía elevó más su presencia en los medios, si bien ellos no tenían problemas en continuar con su vida haciendo caso omiso a la prensa, como cuando en 2019 la intérprete de La red social, Carol o Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres apareció con un anillo de compromiso, boda que nunca han confirmado si se ha siquiera producido, si bien Joaquin habla de «mi esposa» cuando menciona a Mara en alguna entrevista.
La pareja (o matrimonio) reside en la mansión que el oscarizado actor, que acaba de estrenar en salas su última cinta, el neowestern pospandémico Eddington, junto a Pedro Pascal y Emma Stone, compró por unos 4,3 millones de dólares en 2006 en una de las zonas más altas de Hollywood Hills, a su vez un barrio muy exclusivo de Los Ángeles, ciudad que se extiende a los pies de la vivienda y que se puede ver desde la enorme parcela, donde ahora viven los dos perros de la pareja, que acompaña la construcción, que data de 1929.
Sus cuatro habitaciones y cinco baños —además del enorme jardín con piscina—, sin embargo, le parecían pocas al actor, que buscando todavía más espacio y privacidad decidió adquirir en 2013 la casa de al lado, la cual, explican desde Vanity Fair, es una vivienda de más de 200 metros cuadrados con tres dormitorios. No sería hasta 2017 que Rooney Mara se mudaría con él tras vender la casa en la que había estado residiendo ese tiempo, una vivienda en el conocido y emblemático barrio californiano de Los Feliz.
Allí conviven junto a sus dos hijos: el primogénito, River, a quien bautizaron así tras nacer en 2020 en honor al hermano mayor del intérpete, el también actor River Phoenix, fallecido en 1993, y la pequeña, nacida en junio de 2024 pero de la que aún no ha trascendido el nombre. De hecho, sus actuales agendas, una vez han visitado el pasado Festival de Venecia debido a que son productores ejecutivos de La voz de Hind, la reconstrucción del asesinato en Gaza de una niña de seis años a través de su última llamada con vida, les permiten pasar mucho tiempo con ellos.
Según lo que se conoce de sus rutinas, suelen levantarse temprano y aprovechan esas primeras horas para meditar. Tras llevar al mayor al colegio, y mientras no se ocupan del bebé, el actor toma clases de kárate mientras que Mara también aprovecha para leer. Cuando sus hijos se van a la cama, intentan ver alguna película o, sobre todo, documentales, acostándose ellos sobre las nueve de la noche.
En el pódcast LaunchLeft, Mara explicó que, durante los primeros años de su relación ella apenas si trabajó para todas las ofertas que recibía, por lo que su casa «no parece la casa de dos actores». «La nuestra es una casa creativa; hablamos constantemente de cosas artísticas», explicó la actriz. Sin embargo, el futuro de la pareja es curioso: los dos proyectos que tienen apalabrados les tienen a ambos de protagonistas. Por un lado, Polaris, de la directora Lynne Ramsay, en el que un fotógrafo, en Alaska en la década de 1980, se encuentra con el diablo.
Por el otro, The Island, del oscarizado director Pawel Pawlikowski, en el que una pareja decide darle la espalda al mundo y construirse un paraíso privado en una isla desierta —se rodará en España—. Y ese argumento, conociendo el estilo de vida de ambos, no podía venirles mejor como anillo al dedo.
