Publicado: septiembre 13, 2025, 12:00 pm

El chavismo ha cambiado su estrategia de forma radical ante el despliegue de Estados Unidos en el Caribe. Muy lejos quedan ya las fantasías iniciales sobre la inteligencia artificial o las cortinas de humo, jaleadas con entusiasmo por los mismos que ahora aparecen cariacontecidos en los programas de televisión.
Por El Mundo
Los jerarcas de la revolución bolivariana incluso se han colocado de nuevo en sus brazos los famosos brazaletes tricolor del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR 200), los mismos que portaban durante el intento de golpe de Estado y de magnicidio contra el presidente socialdemócrata Carlos Andrés Pérez de 1992. Sólo se ven en los grandes momentos.
«Vamos a la lucha revolucionaria armada. Llegó la hora de la guerra revolucionaria contra un enemigo poderoso», invocó este jueves el ministro Diosdado Cabello, número dos de la revolución y jefe del ala radical. De hecho, el militar que acompañó al comandante supremo en el golpe fracasado del 92 apareció en instalaciones petroleras del estado Falcón junto al gobernador Víctor Clark, luciendo su traje de camuflaje y metralleta en mano.
En paralelo, Nicolás Maduro, con gesto preocupado, ordenó activar un plan militar, «de norte a sur, de este a oeste, desde todas las costas, desde la frontera con Colombia, desde los Andes… Estamos activando 284 frentes de batalla».¿Qué ha ocurrido para un giro tan superlativo frente a una Administración con la que se negocia todos los días, que incluso envió otro avión con deportados desde Texas esta semana? La dictadura de Maduro maneja información sobre un posible ataque armado de Estados Unidos en su territorio, una acción de mayor contundencia que el hundimiento de la narcolanchita con un misil de la semana pasada, que se llevó por delante la vida de 11 habitantes de San Juan de Unare y de Güiria, que, según distintas fuentes transportaba droga a Trinidad y Tobago en una ruta usada también para el tráfico de seres humanos.
No se trataría ni de una invasión, ni de un magnicidio ni tampoco de una extracción, pero los rumores que se generan en Washington, y que han llegado a Caracas, advierten que Estados Unidos no mantendrá semejante despliegue naval sin una operación que lo justifique. La estrategia diseñada desde el Departamento de Estado, según aseguran distintas fuentes a EL MUNDO, pasa por impedir el narcotráfico del Cártel de los Soles para asfixiar económicamente al chavismo, lo que, aseguran, llevaría a Maduro a una situación política de debilidad en el interior de Venezuela.
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