Publicado: septiembre 9, 2025, 9:30 am
François Bayrou ha presentado en el Palacio del Elíseo este martes su dimisión a Emmanuel Macron después de no superar la moción de censura este lunes por su impopular plan de ajuste presupuestario. Solo 194 diputados votaron a favor de otorgarle la confianza al primer ministro, frente a los 364 que la rechazaron. El presidente prometió que nombraría a su sucesor «en los próximos días», pero la tarea se anuncia difícil vista la fragmentación política en la Asamblea Nacional, sin mayorías estables desde 2024. En junio de ese año, Macron decidió inesperadamente convocar elecciones legislativas anticipadas que dejaron un cámara baja dividida en tres grandes bloques: izquierda, centroderecha -gobernante- y ultraderecha. Aunque la izquierda ganó los comicios, Macron decidió nombrar como primer ministro al conservador Michel Barnier en septiembre en nombre de la «estabilidad» y al centrista François Bayrou en diciembre. Las oposiciones, que propiciaron la caída de ambos en el Parlamento, ya advirtieron que sin un cambio de política respecto a los ocho años de «macronismo», el nuevo gobierno correría la misma suerte. Aunque Macron llamó a su gobierno centroderechista a acercarse a la oposición socialista, podría nombrar en cambio a una persona «de confianza», según sus allegados. Desde el lunes por la noche, el nombre que más suena es el del ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, que ya estuvo en las quinielas en diciembre. Los socialistas reclaman en cambio un «gobierno de izquierdas» y proponen suspender la reforma de las pensiones de 2023 y aumentar los impuestos a las grandes fortunas, dos líneas rojas para el oficialismo. El tiempo apremia. El miércoles, están convocadas protestas, apoyadas por la izquierda radical. Las autoridades temen un movimiento como el de los «chalecos amarillos» (2018-2019), que sacudió el primer mandato de Macron. «Estamos en un mes de septiembre propicio para todos los desmanes», alertó Retailleau, en referencia también a la huelga «masiva» convocada por los sindicatos el 18 de septiembre. El desencadenante fue el proyecto de presupuestos para 2026 que provocó la caída de Bayrou. Este planeaba recortes por 44.000 millones de euros (51.600 millones de dólares) y suprimir dos días feriados. El lunes, miles de personas celebraron su caída en varias ciudades. «Durante el verano, preparó un plan de austeridad masivo, a espaldas de los franceses», denunció aliviado David Dibilio, un desempleado de 55 años, en Marsella. Las autoridades anunciaron el despliegue de unos 80.000 agentes durante las protestas del miércoles, que prevén el bloqueo de empresas, carreteras y universidades, pero cuyo alcance se desconoce por el momento.