Publicado: septiembre 9, 2025, 7:30 am
La dimisión de François Bayrou como primer ministro de Francia , tras perder de forma contundente la moción de confianza en la Asamblea Nacional -364 votos contra 194 – abrió una nueva página de incertidumbre política en el país. El hecho abrió una nueva página de incertidumbre en la crisis política más grave de la historia de la V República , el régimen fundado por el general Charles de Gaulle, entre 1958 y 1962. En un intento desesperado de evitar elecciones anticipadas, el presidente Emmanuel Macron tomó nota de la renuncia del veterano centrista de 74 años y prometió nombrar un sucesor «en los próximos días». Sería el quinto jefe de Gobierno en su segundo mandato y el tercero en menos de un año, reflejo de la creciente inestabilidad política, económica y social que atraviesa el país. El presidente de la República Francesa es el jefe del ejecutivo del Estado de Francia y el comandante de las Fuerzas Armadas francesas. Se trata del cargo más alto del país , cuyo mandato presidencial está limitado dos mandatos consecutivos tras una reforma constitucional de 2008. Emmanuel Macron es el cuarto presidente -después de De Gaulle, Mitterrand y Chirac- en ganar la reelección, habiéndolo hecho en 2022. El cargo tiene potestad para disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones, tal y como hemos visto tras el éxito de la extrema derecha en las elecciones europeas. Además ejerce una gran influencia y autoridad en el país , sobre todo en lo que se refiere a seguridad nacional y política exterior. No obstante, su mayor poder es la capacidad de elegir al primer ministro, bajo la aprobación de la asamblea. Una de las funciones más importantes del presidente es nombrar al primer ministro. Según el artículo 21 de la Constitución, el primer ministro «dirige la acción del gobierno» y -según el artículo 20- «determina y dirige la política de la nación». El primer ministro es el jefe de Gobierno de la V República. Es escogido por el presidente, y dependiendo de su actuación en la Asamblea, se le puede retirar el cargo mediante una moción de censura o por decisión del presidente. Su responsabilidad principal es coordinar la política del país. Tiene un gran poder legislativo y ejecutivo, y entre sus funciones está la ejecución de leyes o el nombramiento de funcionarios. En la práctica, el primer ministro actúa en armonía con el presidente, excepto cuando hay ‘cohabitación’ . En este caso, una convención constitucional le otorga al primer ministro la primacía en los asuntos internos, mientras que el presidente supervisa los asuntos exteriores. En la historia reciente de Francia se han dado hasta tres casos de ‘cohabitación’ en los que el presidente ha tenido que compartir el poder con un primer ministro de un partido diferente al suyo: el primero de ellos cuando en 1986 François Mitterrand , presidente socialista del país, nombró al conservador Jacques Chirac como primer ministro tras su victoria en las elecciones legislativas de ese año. Años más tarde, en 1993, también con Mitterrand como presidente, se encargó la formación de Gobierno al c onservador Édouard Balladur durante dos años. La tercera ‘cohabitación’ se dio en 1997 cuando el presidente Jacques Chirac, gaullista, disolvió el Parlamento con la esperanza de obtener una mayoría absoluta y, sin embargo, fueron los socialistas quienes ganaron en el Parlamento: así, tuvo que aceptar a uno de ellos – Lionel Robert Jospin – como primer ministro. Desde 1962 los ciudadanos franceses son los encargados de escoger al Presidente de la República de manera directa. Antes lo hacía el Parlamento, hasta que Charles de Gaulle impulsó un cambio para que fuera por sufragio universal directo. Así, tras las elecciones parlamentarias, que se celebran cada cinco años -o antes, si las convoca el presidente- este designa a un primer ministro bajo la aprobación del Parlamento. Por esta razón, el primer ministro proviene, casi siempre, del partido mayoritario en la cámara.