Publicado: septiembre 5, 2025, 10:30 am
Aunque hace tiempo que los tratamientos estéticos dejaron de ser un tema tabú y cada vez más personas hablan de ellos con naturalidad, aún persiste, a día de hoy, una corriente muy crítica en redes que cuestiona la «normalización» de recurrir a este tipo de procedimientos, especialmente cuando se trata a edades tempranas.
Prueba de ello es el revuelo que generó hace unos días el caso viral de una tiktoker que decidió regalarse a sí misma un ‘retoque’ estético con el fin de celebrar que, en una semana, cumplía 27 años. «Ya sé que no los aparento y que me conservo bien, pero creas que no una ya nota que su piel no es la misma que cuando tenía 18 años», explicó la protagonista, María Madrid, al inicio de su vídeo.
En él, la creadora de contenido documentaba su experiencia en una clínica estética de Valencia y enseñaba, orgullosa y entusiasmada, los resultados obtenidos en su primera sesión tras infiltrarse acido hialurónico y bótox en varias zonas de su rostro como parte de su «full-face». «Soy adicta a los pinchazos», confesaba la influencer, en tono de humor, al observar cómo se habían borrado las líneas de expresión de su frente.
En apenas unas horas, su testimonio acumuló miles de visualizaciones en Tiktok, generando reacciones divididas entre sus comentarios. Por un lado, algunos usuarios destacaron las ventajas a largo plazo de los llamados «tratamientos preventivos». Otros, en cambio, señalaron a la tiktoker por «normalizar operarse tan joven», poniendo el foco en que muchas jóvenes y adolescentes pueden querer seguir su ejemplo.
En respuesta a las voces más críticas en torno a su «autorregalo», María Madrid publicó al día siguiente otro vídeo en el que dejaba clara, en pocas palabras, su postura al respecto: «Mi cara, mi dinero, mis decisiones». Con esta perspectiva, la influencer, que cuenta con cerca de medio millón de seguidores, defendió su libertad para compartir lo que quiera en su plataforma. «Lo que yo haga no es una orden ni una imposición a nadie», aclaró.
No obstante, en su vídeo tampoco quiso pasar por alto los duros ataques que recibió por, supuestamente, «incitar» a realizarse retoques estéticos y fomentar la «presión estética» a la que se ven sometidas las mujeres en la sociedad actual. «Prefiero ser honesta enseñando lo que me hago y no vender humo», apuntó María, alegando que, aunque lo oculten, la mayoría de figuras públicas se realizan este tipo de intervenciones.
La influencer, en este contexto, valoró positivamente la «normalización» de los retoques estéticos en tanto a que, en el pasado, resultaba más «peligroso» para los pacientes ante la falta de apoyo social. «Antes, se hacía en silencio, con vergüenza y sin información», señaló María, haciendo hincapié en que la medicina estética «no es una imposición, sino una elección» y que, bajo ningún caso, va a desaparecer.
«El problema no es que yo cuente mi experiencia», explicó, «sino cuando la gente oculta que se lo hacen, pues, ahí, sí se crean expectativas irreales sobre la belleza». Como conclusión, la influencer recalcó en su vídeo la libertad de que cada una haga lo que quiera con su cuerpo «sin culpa ni sermones».