Publicado: septiembre 1, 2025, 12:30 pm
El astrocitoma pilocítico (AP), el tumor cerebral más común en niños, representa alrededor del 15% de los casos pediátricos. Aunque no suele ser mortal, su crecimiento descontrolado puede afectar el desarrollo y la función del cerebro. Los tratamientos actuales se centran en extirpar las células tumorales, pero nuevas investigaciones sugieren que otras células cerebrales también participan en la progresión de estos tumores, lo que abre la puerta a enfoques innovadores. Ahora, un equipo de la Universidad de Washington en San Luis (EE. UU.) ha descubierto cómo el glutamato, un neurotransmisor esencial para la comunicación entre neuronas, contribuye al crecimiento del AP. Según publican en la revista ‘ Neuron ‘, las células tumorales manipulan los receptores de glutamato para enviar señales que estimulan la proliferación celular, en lugar de transmitir impulsos eléctricos normales. Los investigadores demostraron que bloquear estos receptores con fármacos, incluida la memantina (ya aprobada para tratar el alzhéimer), redujo el crecimiento de tumores humanos implantados en ratones. También observaron que los receptores de glutamato se acoplan de manera anormal a receptores de crecimiento celular, alimentando aún más el tumor. «Con este tipo de tumores cerebrales pediátricos, simplemente no disponemos de muchas herramientas», explica el autor principal, David Gutmann , profesor de neurología en WashU Medicine. «La posibilidad de reutilizar medicamentos ya aprobados nos da una ventaja en el tratamiento de los pacientes». La primera autora, Corina Anastasaki , subraya que el hallazgo revela un mecanismo inédito: la combinación aberrante de la señalización eléctrica y el crecimiento celular. «Esto nos permitirá estudiar cómo otros neurotransmisores podrían influir en distintos tipos de cáncer y plantear nuevas terapias». Los próximos pasos son determinar si dichos medicamentos son seguros para su uso en niños con tumores cerebrales y en qué cantidades serían efectivos, señala Gutmann, lo que requerirá ensayos clínicos. «Este estudio proporciona datos preclínicos convincentes para analizar medicamentos que son seguros y están aprobados para tratar otras afecciones neurológicas -señala Gutmann. Esto facilitaría nuevos enfoques terapéuticos y podría ayudar a minimizar el daño al cerebro en desarrollo del niño al reducir la interacción entre las células cerebrales y las células tumorales».