Publicado: agosto 28, 2025, 2:30 pm
A escasos días de que comience septiembre, Lucía Sánchez ya aguarda con entusiasmo la llegada de la rutina y, con ella, la esperada vuelta al cole de su hija Mía, quien, este año, dejará atrás la escuela infantil para dar sus primeros pasos en la educación primaria, con todos los cambios que esta nueva etapa académica conlleva.
A través de su canal de Mtmad, la que fuera participante de La isla de las tentaciones ha echado la vista atrás y ha recordado cómo fueron los primeros días de adaptación de su hija en común con Isaac Torres en la escuela infantil. Así, según cuenta, sus temores iniciales no tardaron en disiparse al ver que la pequeña no tenía ningún problema. «Duerme bien, come bien y es sociable», explica Sánchez en su vídeo.
En este contexto, la influencer señala que su hija, a la que describe como una niña muy «independiente», tiene muchas ganas de empezar el «nuevo cole», a pesar de que, en el proceso, deba decir adiós a algunos de sus compañeros más cercanos. «Solo dos o tres niños de su clase van a estar en su mismo colegio», indica Lucía, sobre ese nuevo centro escolar, situado en su tierra natal, Cádiz.
Durante su vídeo, la colaboradora de televisión también ha expuesto las razones por las que, en su caso, se ha decantado con un colegio concertado, en lugar de uno privado que, si bien podía permitirse económicamente, no satisfacía sus expectativas en torno a la educación de la pequeña Mía, de ahora casi tres años.
En primer lugar, señala, uno de los factores que motivaron esta decisión radica en la posibilidad de que su hija pueda continuar en el mismo centro y con los mismos compañeros cuando termine cuarto de la ESO, algo que a ella, en cambio, no le sucedió. «Puede ser un poco chocante para esa edad tan mala. Prefiero que siga en el mismo cole. Me gusta que sea un colegio familiar», apunta.
Por otro lado, se encuentra el horario. Y es que, según ella, a diferencia de otras comunidades autónomas como Madrid, en Andalucía no es tan habitual que los niños tengan un horario escolar partido. Tanto es así que el centro privado que hay en su zona es el único que dispone de este tipo de educación. «No voy a meter a mi hija en un colegio, de 9.00 a 17.00 horas, cuando yo tengo la posibilidad de ir a recogerla a las dos de la tarde», argumenta Sánchez.
En este sentido, la gaditana sostiene que, aunque está a favor de que la educación sea obligatoria, es preciso que los niños disfruten de su tiempo libre y cuenten con actividades de ocio, alejadas de lo estrictamente académico. «Soy partidaria de que mi hija tenga infancia y de que, cuando acabe el colegio, esté en las actividades extraescolares que ella decida y a ella le gusten», concluye.
