Publicado: agosto 27, 2025, 6:30 pm
Al menos dos niños de ocho y diez años han muerto y 17 personas han resultado heridas, 14 de ellas menores y dos en estado crítico, este miércoles en un tiroteo en una escuela católica de Minneapolis (EEUU). El presunto autor, identificado como Robin Westman, se ha suicidado y ya no existe peligro para las personas, ha confirmado el departamento de Policía de la ciudad.
El trágico suceso, que ha ocurrido en la primera semana de clases, se produjo sobre las 08.30 hora local (15.30 hora peninsular española) en la iglesia del colegio católico de la Anunciación (suroeste Minneapolis), en el estado de Minesota. Los estudiantes habían asistido a misa a primera hora de la mañana, si bien se desconoce el número de personas que se encontraban en el lugar en el momento del incidente.
«Un hombre armado se acercó por el exterior del edificio y comenzó a disparar con un rifle a través de las ventanas de la iglesia hacia los niños sentados en los bancos. Disparando a través de las ventanas, alcanzó a los niños y a los fieles que se encontraban dentro del edificio«, ha explicado en una rueda de prensa el jefe de la Policía de Minneapolis, Brian O’Hara.
O’Hara ha indicado que el autor del tiroteo iba armado con un rifle, una escopeta y una pistola. «Creemos que utilizó las tres», ha avanzado, afirmando que había disparado «docenas» de veces desde el exterior, ya que en el interior no se han encontrado casquillos de bala. El tirador, cuya edad rondaría la veintena, se quitó la vida en la parte trasera del colegio y no tiene antecedentes.
«Este ha sido un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y otras personas que rezaban», ha resaltado el jefe de Policía. «Nuestros corazones están rotos por todos los que han sido afectados por esta tragedia», ha lamentado.
Tras el revuelo inicial, las familias y los niños fueron llevados a un área segura en la escuela para ser atendidos por personal de emergencia. La policía local y estatal, agentes de la Oficina Federal de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego y otras autoridades se desplazaron a la zona.
Minutos después del incidente, el presidente de EEUU, Donald Trump, dijo haber sido informado de lo ocurrido y aseguró que el FBI «respondió rápidamente y está presente en el lugar». «Por favor, acompáñenme a rezar por todos los afectados», concluyó el mandatario.
Por su parte, el gobernador de Minneapolis, Tim Walz, ha calificado lo ocurrido como un «horrible acto de violencia». «Estoy orando por nuestros niños y maestros cuya primera semana de clases se vio empañada por este horrible acto de violencia», ha compartido en redes sociales.
Este es el último de una serie de tiroteos mortales en la ciudad en menos de 24 horas. Una persona murió y otras seis resultaron heridas en un tiroteo ocurrido este martes por la tarde frente a una escuela secundaria en Minneapolis. Horas después, dos personas murieron en otros dos tiroteos en la ciudad.
«El nivel de violencia armada en toda la ciudad durante el último día es profundamente inquietante», ha indicado la Policía de Minneapolis en un comunicado.
La Administración Trump ha ordenado a colocar la bandera de EEUU a media asta en todos los edificios públicos y terrenos militares hasta la puesta del sol del próximo 31 de agosto. Según fuentes de la Casa Blanca, Trump ha llamado al gobernador de Minnesota.
El papa reza por las víctimas
El papa León XIV se ha mostrado profundamente entristecido y envió su pésame y su apoyo espiritual tras el tiroteo. En un telegrama, firmado por el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, y enviado al arzobispo de la ciudad, Bernard Hebda, se informó de que el papa expresó «su sincero pésame y aseguró su apoyo espiritual a todos los afectados por esta terrible tragedia, en especial a las familias que ahora lloran la perdida de un hijo».
Al mismo tiempo, añade el telegrama, «encomendó las almas de los niños fallecidos al amor de Dios Todopoderoso» y reza «por los heridos y por el personal médico y el clero que los atiende y sus seres queridos». El pontífice también envió su bendición a todos los afectados, escuela y comunidades, para que llegue «la paz, la fortaleza y la consolación en el Señor Jesús».