Publicado: agosto 25, 2025, 12:00 am

Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela han entrado en una nueva fase de confrontación tras una serie de medidas impulsadas por el presidente estadounidense Donald Trump contra el gobierno de Nicolás Maduro. Aunque ambos países habían dado señales de distensión en semanas recientes, los últimos acontecimientos muestran un marcado giro hacia un aumento de la presión.
Por ABC
Un frágil acercamiento previo
Hasta hace poco, se percibía una cierta apertura en el diálogo bilateral. Un intercambio de prisioneros permitió la liberación de diez estadounidenses detenidos en Venezuela, a cambio del regreso forzado de 252 migrantes venezolanos desde EE.UU. A esto se sumó la reactivación de operaciones de la petrolera estadounidense Chevron en territorio venezolano, lo que sugería una voluntad de pragmatismo económico.
De la diplomacia a la hostilidad
Sin embargo, el tono cambió drásticamente a inicios de agosto, cuando el gobierno de Trump anunció un aumento sin precedentes de la recompensa por Nicolás Maduro, llevándola a 50 millones de dólares, la más alta registrada bajo el Programa de Recompensas por Narcóticos de EE.UU. «Es uno de los narcotraficantes más grandes del mundo y una amenaza a nuestra seguridad nacional», declaró la fiscal general Pam Bondi, asegurando que la DEA ha incautado 30 toneladas de narcóticos provenientes de Venezuela en lo que va de año, 7 de ellas directamente vinculadas a Maduro.
La recompensa por Maduro supera incluso la ofrecida en su momento por Osama bin Laden (25 millones de dólares), lo que ha sido interpretado por Caracas como un acto de hostilidad abierta.
Para seguir leyendo, clic AQUÍ.