Publicado: agosto 11, 2025, 10:30 pm
Hace un año que los hermanos García Obregón pusieron a la venta la casa familiar de Mallorca, llamada El Manantial, y que el patriarca, Antonio García, hizo construir en 1969. Allí disfrutaban los veranos todos los miembros del clan.
Por razones diversas, sus hijos (Juancho, Ana, Amalia, Celia y Javier) optaron por sacarla a la venta el pasado verano, por 35 millones de euros. Un año después, la residencia, que está asomada al mar en una zona privilegiada de la isla y disponde de mil metros de superficie con todas las comodidades y acceso directo a la playa, sigue sin tener comprador, lo que muchos achacan a que no se encuentra en buen estado.
También hay quien alega desacuerdos familiares a la hora de cerrar el negocio.
Ya Ana Obregón, quien más ha apoyado la idea de venta para no tener que volver a la casa tras la muerte de su hijo en 2020, con quien pasaba sus veranos, ha dicho que las acusaciones de deterioro son «falsas».
«Es que la gente es tan inculta que confunde antigüedad con viejo decrépito», ha dicho enfadada.
Su hermano menor, Javier, ha dado unas breves declaraciones en las que contextualiza la presunta polémica.
«Todo va perfecto, todo va con los calendarios establecidos», ha señalado. Aunque prefiere no entrar en muchos más detalles, se suma a las palabras de su hermana y asegura que «es absurdo todo lo que se está diciendo».
A la muerte de Aless Lecquio, que dejó no solo a su madre, Ana, sino a toda la familia desolada, se unieron posteriormente la de los progenitores, primero Ana, la madre y el último, Antonio, el padre e ideólogo de esta mansión que podría cambiar en breve de dueño.
