Publicado: agosto 10, 2025, 6:30 am
Jordi Cruz vive uno de sus mejores momentos personales, celebrado su segunda paternidad y ultimando el retorno de MasterChef, donde actúa como jurado. En lo profesional, el cocinero ha confesado en RAC1 que tiene verdaderas dificultades para encontrar personal para sus locales. «La gente joven no quiere trabajar de camarero«, asegura el propietario de varios locales con estrella Michelin.
«Cada vez tenemos menos tiempo para formar a la gente como a mí me gustaría», reflexiona, acentuando el problema en el desinterés, cada vez mayor, de los jóvenes para ocupar puestos como el de camarero. «Lo hacemos muy bien, pero yo soy muy tiquismiquis. Me gusta que lo hagan super, superbien, con unos protocolos», asegura.
Y es que, para él, ser camarero es parecido a ser artista: «Un camarero es como un bailarín, es una persona que ¡pam! Te pone el plato que ni te enteras, la forma de tratarte… Es una persona que tiene mucha magia».
Además, indica que se ofrece un trato digno a los empleados. «Tratamos muy bien a la gente, pagamos bien«, sostiene, haciendo hincapié en que sus empleados cumplen jornadas de 8 horas diarias, algo que considera excepcional en un sector donde las jornadas de más de 12 horas son la norma, admitiendo que les ha «costado» reducir las jornadas de las 14 horas diarias que sus equipos cumplían hace años hasta las actuales 8 horas.
Unos cambios que, lamenta el chef, no tiene los efectos que le gustaría, ya que la juventud sigue mostrando poco interés por la profesión y su formación se ve perjudicada por la falta de estabilidad y tiempo.