Ana Peleteiro se sincera sobre su doloroso aborto: "Mi bebé dejó de tener latido" - Venezuela
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Ana Peleteiro se sincera sobre su doloroso aborto: «Mi bebé dejó de tener latido»

Publicado: agosto 9, 2025, 9:30 am

La atleta Ana Peleteiro atraviesa uno de sus momentos personales más duros después del aborto sufrido el pasado mes de julio. «No tenemos latido», anunciaba con tristeza en un comunicado a través de sus redes sociales. Después de haber pasado estas dolorosas semanas, la deportista gallega ha vuelto a Instagram para sincerarse en un nuevo vídeo sobre cómo vivió el proceso de la pérdida de su bebé. «Os voy a abrir mi corazón a 100%«, ha avanzado.

«Si hago esto es para dar voz a un tema que creo que a día de hoy es muy tabú«, ha justificado Peleteiro sobre los motivos que la han impulsado a compartir su dramática experiencia. «Mi única finalidad es ayudar y acompañar a otras mujeres y familias que hayan pasado por este proceso o a futuras personas que les pueda suceder y necesiten escuchar un testimonio de alguien que ha pasado por lo mismo para no sentirse perdidos de lo que pueden llegar a vivir», ha añadido.

Según ha explicado, este embarazo lo estaba llevando tanto por la sanidad pública como a través de una ginecóloga privada. «El seguimiento por la sanidad pública empieza desde que te enteras de que estás embarazada, pero no es hasta la semana 12 donde te hacen una analítica y una primera ecografía para ver cómo está todo. A mí me parece que es muy tarde, porque desde la semana 1 de gestación hasta la semana 12, un 33,3% de las mujeres pierden a sus bebés. Entonces, pasa como es en mi caso, que mi bebé dejó de tener latido«, ha indicado.

En su caso, ella acudió antes a su ginecóloga privada. «Si yo no llego a ir a esta consulta con mi ginecóloga en la semana 9 más 4, que además la adelantamos un poquito porque ella se iba de viaje y quería hacérmela en la semana 10 para poder hacerme la analítica del ADN fetal para ver que el bebé estaba sano, no me hubiese enterado de que mi bebé no tenía latido hasta la ecografía de la semana 12, que en mi caso era el 4 de agosto«.

Debido a ello, continúa la atleta, «hemos acortado el plazo de sufrimiento casi tres semanas, lo cual es bastante. No sé hasta qué punto puede ser peligroso para la salud de la madre el hecho de tener un bebé sin vida dentro del útero», ha valorado.

Respecto a su aborto, Peleteiro ha explicado que no tuvo «sangrado ni manché en ningún momento. Yo estaba de nueve semanas más cuatro cuando acudí a la ginecóloga, pero el crecimiento del bebé era de nueve semanas más dos, con lo cual el bebé había crecido bien hasta antes de la cita».

El shock llegó cuando le dijeron que su bebé no tenía latido. Tras una primera fase de negación, le recetaron un medicamento para poder expulsar el feto. «Me asusté mucho, no me apetecía estar con mi barriga de embarazada y alargar el proceso tan doloroso. La vuelta en el coche fue desoladora, estaba como medio ida. Ahí empezó el calvario y lo que nadie te dice de lo que es un aborto diferido», ha contado.

Los síntomas fueron dolorosos, ya que la medicación consiste en «provocarte un parto». «Yo pensaba que iba a tener un sangrado y ya», ha relatado Peleteiro, pero ese sangrado vino acompañado de contracciones muy dolorosas, fiebre y náuseas. Tras haber expulsado la placenta por la noche, las contracciones regresaron durante la mañana siguiente. «El cuerpo me empezó a pedir que tenía que empujar y finalmente expulsé a mi bebé«, añade.

«Me daba mucho miedo rechazar a mi hijo y no quería ni ver lo que estaba saliendo de mi cuerpo. Después de mucho dolor lo pude coger con mis propias manos y en ningún momento sentí ningún tipo de rechazo, sino al contrario, un amor y un cariño que jamás pensé que llegaría a sentir por un bebé que se había ido al cielo», se ha sincerado.

Horas después, ella y su familia decidieron despedirse de su bebé «de una forma digna»: «Tuvimos la suerte de poder enterrarlo junto con mis padres y con Lúa —su primera hija—, y cerrar ese ciclo, que a mí personalmente me ayudó muchísimo hacerlo de esa forma».

Después de haber expulsado al feto, los sangrados continuaron durante siete días más, y «a día de hoy estoy cien por cien limpia y recuperada«, ha asegurado. El proceso también le pasó factura a nivel emocional: «Estuve tres días que no me apetecía salir de la cama. No me apetecía otra cosa. Pero después de tres días dije ‘ya está’, tengo que recuperar mi vida, esto ha sido un proceso durísimo, pero quiero seguir adelante».

Por ello, «que tú puedas seguir con tu vida y no estar 100% rota no significa que no estés pasando por un proceso de duelo. Yo he de decir que estoy muy tranquila, me siento en paz conmigo misma y la verdad es que no tengo ningún tipo de sentimiento de culpa porque sé que no hemos hecho nada mal», concluye.

Related Articles