Publicado: agosto 8, 2025, 9:30 am
La actriz y cantante Jennifer Lopez, de gira por Turquía, aprovechó un día libre en Estambul para acudir al centro comercial de Istinye Park, repleto de tiendas de lujo, para realizar algunas compras.
La cantante, vestida según describe la prensa local de rosa pastel y con gafas de sol, se dirigió a Chanel, pero el vigilante le impidió a entrar y la invitó a marcharse. Lejos de tomarse el desaire como algo personal y recurrir a su fama, la actriz se lo tomó con filosofía. «Está muy bien, no hay problema», dijo.
Lopez se fue entonces a otros establecimientos, como Celine y Beymen, una cadena de tiendas de lujo turca. Allí gastó miles de dólares. Mientras, en Chanel alguien se dio cuenta del ‘error’ y acudió a buscar a Jennifer Lopez para que volviese al local. Ella declinó amablemente regresar a Chanel.
La anécdota vivida por Jennifer recuerda de manera escrupulosa la película Selena (1997), que supuso el despegue de la portorriqueña en el cine. La cantante Selena Quintanilla, a la que ella dio vida, buscaba un vestido para los Grammy, pero la dependienta de una tienda le dijo con desdén que no podía pagarlo.
Minutos después, otros empleados la identifican y el lugar se llena de fanáticos pidiendo autógrafos. La escena concluye con una frase que ha quedado grabada en la cultura pop latina: «Es un vestido feo. No lo queremos, gracias».