Publicado: agosto 3, 2025, 9:00 am
Pese al ambiente de incertidumbre provocado por las tensiones comerciales y geopolíticas, el atractivo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIT) ha ido en aumento después de la exitosa prueba piloto que hizo la armadora automotriz Hyundai.
El sureste de México se encuentra en el momento de una transformación histórica, donde el CIT continúa llamando la atención a empresas e inversionistas de todo el mundo.
Pero el éxito del CIT no dependerá únicamente de trenes, puertos o carreteras. La verdadera clave está en el crecimiento equilibrado y sostenido de los Polos de Desarrollo del Bienestar (Podebis), que se encuentran estratégicamente ubicados a lo largo de esta ruta.
Es importante mencionar que los Podebis, son parte fundamental del Plan México pues ofrecen condiciones óptimas a empresas de la región, de otras partes del país o del extranjero, con el fin de que accedan a las ventajas que ofrece el CIT para el traslado de su producción.
A partir de 2023, el Gobierno Federal inició el proceso de licitación de estos espacios para las empresas interesadas en desarrollar la infraestructura necesaria y condiciones suficientes para la relocalización de empresas.
Actualmente, a lo largo del CIT se encuentran ubicados 14 Podebis; y ocho de ellos ya cumplieron con sus procesos de licitación y están concesionados.
A finales del año, se anunciarán a las empresas ganadoras para desarrollar la infraestructura en los Polos de Desarrollo Tapachula I y II, ubicados en el estado de Chiapas y en la Línea “K” del tren interoceánico.
Y aún están pendientes de licitación los polos de Ciudad Ixtepec, San Blas Atempa, en el estado de Oaxaca.
Las empresas que ya están
Por lo pronto, empresas como PROISTMO Mexicana, Desarrolladora Multimodal del Istmo, entre otras, están ejecutando sus planes de trabajo en los Podebis para generar el ambiente de negocios necesario para la instalación de industrias y así detonar las capacidades productivas del Istmo de Tehuantepec.
También están los Polos de desarrollo de Coatzacoalcos I y II, donde se espera la llegada de la empresa mexicana Ursus Energy, que desarrollará una planta de gas licuado con respaldo de 450 millones de dólares del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext).
También es importante resaltar que todo el corredor interoceánico se encuentra bajo un programa de incentivos fiscales el impuesto al valor agregado (IVA), impuesto sobre la renta (ISR) y la depreciación acelerada de activos, además de otro tipo de impuestos estatales.
Pero el desarrollo logístico no será sostenible si no se asegura también el desarrollo humano y el clima de seguridad. Sin comunidades fuertes, capacitadas y beneficiadas directamente, no hay infraestructura suficiente.
Conexiones y rutas
La estrategia del director general del CIT, Almirante Octavio Sánchez Guillén, esta en conectar con la Refinería Dos Bocas, en Tabasco y en desarrollar los 472 kilómetros de vía férrea de la Línea “K” que va desde Ciudad Ixtepec, Oaxaca hasta Ciudad Hidalgo, Chiapas.
Y también este sistema planea conectar con la frontera sur con el país de Guatemala, mediante el ferrocarril de esa nación.
Para esto, en el Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado para este año, el Ferrocarril del Istmo de Tehuantepec recibirá un monto de 22,058 millones de pesos, de los cuales la mayor parte se concentrará en el proyecto de inversión para la rehabilitación y mejoramiento de la línea “K” del tren interoceánico.
Sin duda, esta inversión del Gobierno Federal aumentará el interés de empresas para participar en el proceso de licitación de los Podebis Tapachula I y II, que se encuentran estratégicamente ubicados en el paso de la Línea “K”.
Un segundo programa de inversión se ejecutará en la línea “FA” que parte desde el Puerto de Coatzacoalcos, Veracruz con destino a la ciudad de Palenque, Chiapas. Un punto intermedio de importancia será la Refinería de Dos bocas, ubicada en Tabasco.
El CIT no es solo un tren o una carretera. Es una oportunidad histórica para cerrar brechas regionales y demostrar que el desarrollo económico puede y debe ir de la mano del bienestar social. El reto es inmenso, pero también la promesa de un nuevo presente para el sureste mexicano.
*El autor es Eeonomista de la UAM-Xochimilco, experto en temas del Sur