Publicado: julio 31, 2025, 3:03 pm

Bonnie Blue se tumba desnuda en el suelo de una habitación y comienza a mover en aspa sus brazos y sus piernas, como esos niños que en las películas dibujan en la nieve la silueta de un ángel. En su caso, lo que la rodea son cientos de condones y sus envoltorios esparcidos por toda la sala. La estrella internacional del porno online, con cerca de un millón de suscriptores en la plataforma OnlyFans, acaba de culminar con éxito su último desafío. Ha sido penetrada, azotada y manoseada, pero también acariciada y deseada durante 12 horas seguidas por más de mil hombres (1.057, para ser exactos) que han acudido a su llamada a través de las redes sociales.
Por: El País
A diferencia de otras propuestas pornográficas, en las que actores profesionales ponen en escena, con un guion básico, las fantasías sexuales de los espectadores, ella ha optado por una fórmula más atractiva para muchos consumidores de este material: convoca a hombres —preferiblemente con 18 años recién cumplidos o casados— para que tengan sexo gratis con ella. A cambio, deben dar su consentimiento para ser grabados. Será ese contenido el que se venderá en redes. Se les ofrece la opción de tapar su rostro con una capucha.
Bonnie Blue, la estrella del porno, o Tia Billinger (su verdadero nombre), la chica de 25 años de Derby que abandonó su trabajo en el departamento financiero de la sanidad pública británica para comenzar a producir contenido pornográfico y llegar a ganar más de dos millones de euros mensuales, pero que pasa sus horas libres encerrada en una habitación con su equipo de asistentes y se entretiene haciendo puzles. ¿Quién es el personaje que ha revolucionado el mundo de la pornografía y tiene legiones de fans, pero también de haters que le envían centenares de insultos y hasta amenazas de muerte? ¿Es una mujer empoderada que ha tomado las riendas de una industria misógina y cerrada? ¿Un genio del marketing? ¿O alguien que con su negocio ha provocado un retroceso de décadas en la lucha del feminismo?
Todas esas preguntas intenta formularlas la directora y presentadora Victoria Silver en el documental 1.000 Men And Me: The Bonnie Blue Story (Mil hombres y yo: La historia de Bonnie Blue), que emite desde esta semana el canal británico Channel 4. No sería justo decir que consigue encontrar las respuestas. Pero ofrece una descripción realista, sórdida y sin esconder detalle alguno de un mundo que está a la vuelta de la esquina, y que magnifica, gracias a las redes sociales, una pulsión tan vieja como la vida misma, y posiblemente tan engañosa: la de una mujer independiente que decide explotar su sexualidad para enriquecerse, en lugar de pasar ocho horas al día trabajando en una oficina (las palabras exactas de una de las chicas, de 21 años, que acude a uno de los eventos organizados por Bonnie Blue para trabajar gratis “y aprender la estrategia” de su mentora).
“Está glorificando la violación y el abuso. Ha hecho retroceder años y años la lucha de las mujeres. Nadie quiere ver esa mierda”, dice en su cuenta de TikTok una de las muchas personas que considera un ultraje intolerable el producto que ofrece la estrella porno.
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