Publicado: julio 31, 2025, 11:00 pm
Cuando en una relación sexual sobreviene el orgasmo, el cerebro experimenta una compleja cascada de actividad neuronal en la que se liberan neurotransmisores y hormonas relacionados con el placer, la recompensa, la emoción y la regulación del sistema nervioso autónomo. La corteza sensorial, el sistema lírico y el hipotálamo entran en sinergia a tal efecto.
Con el sistema nervioso como protagonista de todas las áreas que se ponen en marcha con el orgasmo, la interacción sinérgica entre el cuerpo y la mente funciona a la perfección, al tiempo que tienen lugar modificaciones fisiológicas (frecuencia cardiaca, presión arterial, respiración). En esta explosión global que tiene lugar durante un orgasmo, el cerebro responde de una manera curiosa, según la experta en neurociencia Raquel Mascaraque.
¿Qué ocurre en el cerebro cuando tenemos un orgasmo?
La experta Raquel Mascaraque, en sus redes sociales, comparte un vídeo en el habla de salud hormonal y todas esas interacciones que tienen en el cerebro un punto de inflexión, cuando se produce el orgasmo en una relación sexual.
Con el orgasmo tiene lugar la activación central que involucra a numerosas áreas del cerebro: la corteza sensorial, la corteza motora, la visual, el sistema límbico, el hipotálamo, la amígdala, el hipocampo, el cerebelo… ¿Como podríamos resumir esta acción sinérgica tan breve, explosiva y tan compleja?
La especialista en neurociencia lo resume: «el orgasmo se puede sentir de muchas formas. Cuando sucede, se empiezan a activar muchísimo, cada vez con más intensidad, todas las áreas del cerebro. Y el cerebro, lo que tiene, es que no funciona por bloques estanco, sino que está interconectado. La función cerebral surge de la organización en red del cerebro, concebido como un todo». De ahí su complejidad.
«Con el orgasmo, algunas áreas del cerebro se apagan por segundos»
Cuando llegamos al orgasmo, se llega a tal éxtasis que, de repente, como que las áreas del cerebro se apagan durante unos segundos, a veces algún minuto«. Es como un estado se shock momentáneo, que después devuelve todo a la normalidad del organismo. Por eso, después del clímax durante las relaciones sexuales, llega esa sensación de calma.
Tras el orgasmo, todos tenemos esa fase de normalidad, de ‘bajada’. «Sobre todo, en el momento de éxtasis, hay áreas que se activan aunque esté todo conectado. Tenemos la certeza de que hay áreas que tienen más actividad que otras que están relacionadas con el sistema límbico, que es el pensamiento emocional. También intervienen la amígdala o el núcleo accumbens, extraordinariamente relacionado con las adicciones».
Por otra parte, en el cerebro también hay áreas que se activan como son «la ínsula, que tiene mucho que ver con el placer y el dolor«. Por eso precisamente es por lo que muchas personas refieren placer en el dolor, ambos llegan a confundirse. «O el corte orbitofrontal, que está relacionado con experiencias extracorpóreas. Por eso también se dice que muchas veces podemos llegar a alteraciones de consciencia con el éxtasis del orgasmo. En definitiva, el cerebro está interconectado y el orgasmo puede sentirse de infinitas formas diferentes».