Publicado: junio 17, 2025, 4:30 pm
No han pasado ni cuatro días desde el nombramiento de Ali Shadmani como comandante del Cuartel General Central Khatam-al Anbiya, también conocido como el mando de emergencia militar de Irán, cuando uno de los misiles lanzados por Israel ha acabado con su vida. Así lo ha reconocido el Ejército israelí, que en un comunicado este martes ha anunciado que «por segunda vez» se ha descabezado a la cúpula militar iraní en un bombardeo contra Teherán. Los ataques cruzados se han repetido una jornada más en la que las hostilidades entre ambos países han provocado que las sirenas antiaéreas y los sistemas defensivos hayan estado funcionando prácticamente todo el día.
El supuesto asesinato de Shadmani es un golpe importante contra el régimen iraní, que desde hace días prohíbe a los altos cargos utilizar dispositivos con acceso a internet y ha limitado el uso para la población para evitar que la inteligencia israelí pueda realizar este tipo de ataques quirúrgicos. El comandante fue nombrado el 13 de junio, horas después de la muerte de su predecesor, Qolamali Rashid, en un bombardeo israelí. Por ello, Israel ha destacado en el parte castrense que era «el comandante militar de mayor rango» y «la figura más cercana» al líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, al tiempo que ha subrayado que durante los últimos años «influyó directamente en los planes operativos de Irán para atacar al Estado de Israel».
El director de operaciones de las FDI, Oded Basiuk, ha asegurado además que entre los objetivos bombardeados en las últimas horas figura un centro de mando militar secreto, lo que habría llevado a la huida de altos cargos del régimen iraní. En declaraciones a los medios, Basiuk ha subrayado al Times of Israel que «está preparado y listo para seguir eliminando a los líderes del terrorismo en Irán, uno por uno».
Tras el ataque, el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha advertido a al Jamenei de «un destino similar al de Sadam Husein», en referencia al expresidente iraquí, que fue capturado durante la invasión estadounidense de Irak y posteriormente ahorcado. Aunque el Gobierno de Benjamín Netanyahu trata de alegar que su intención es acabar con el armamento nuclear iraní, voces como la de Katz insisten en objetivos que van más allá, como la caída del régimen o el asesinato de su líder; algo a lo que su principal aliado, Estados Unidos, se ha negado por el momento. Así lo ha admitido este martes Donald Trump, que ha negado las informaciones que afirmaban que estaba tratando de negociar con Irán y ha reconocido que «conocen donde se esconde» Jamenei pero que «por ahora» no lo van a «eliminar».
Mientras, el Ejército israelí ha apuntado este martes a una futura expansión de los ataques contra Irán, afirmando que los militares «romperán moldes» en otras zonas del país tras «allanar el camino» hacia la capital. El jefe de Inteligencia Militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Shlomi Binder, ha afirmado durante una reunión con militares que «pronto romperán moldes en zonas adicionales», antes de incidir en que «hay que recordar en todo momento que no se está combatiendo en un único frente», en referencia a los rehenes israelíes que continúan en manos de Hamás en Gaza y la ofensiva militar sobre el enclave en el que han matado a más de 55.000 palestinos.
Nueva jornada de ataques cruzados
Israel e Irán han vivido una nueva jornada de ataques cruzados. Según la Guardia Revolucionaria de Irán, uno de sus ataques habría alcanzado la sede del Mossad —el servicio de Inteligencia israelí— y un cuartel de la Inteligencia Militar israelí en Tel Aviv, en un bombardeo en el que habrían empleado «un nuevo misil», aunque sin especificar más.
A los bombardeos nocturnos y de primera hora del día le han seguido los de la tarde del martes, cuando las FDI han iniciado una «ola de ataques» contra diversos objetivos en Irán que habrían alcanzado lanzaderas de misiles, según el informe del Ejército de la Fuerza Aérea israelí. Esta nueva ofensiva ha contado con el apoyo de los servicios de Inteligencia israelíes y, según las FDI, se ha concentrado en la zona oeste de Irán. Además, el portavoz del Ejército israelí, Effie Defrin, afirmó que también se había lanzado un ataque «a gran escala en el corazón de Irán» con decenas de aviones contra «bases de lanzamiento de misiles iraníes dirigidas al Estado de Israel».
Aunque se desconoce la cifra de víctimas de este martes, el Gobierno iraní informó de que los ataques israelíes que comenzaron el viernes han causado cerca de 1.800 heridos y han matado a 35 mujeres y 10 niños, aunque no ofreció un número total de fallecidos actualizado, que según había afirmado el domingo un portavoz del Ministerio de Sanidad superaba los 220 muertos.
Poco después del ataque israelí, las sirenas comenzaron a sonar en varios puntos del Estado hebreo y las autoridades anunciaron que se estaba produciendo un lanzamiento de misiles por parte de Irán, de los cuales «la mayoría» habrían sido interceptados. El Ejército pidió a través de redes sociales a la población que respetara las órdenes mientras los sistemas de defensa antiaérea intentaban frenar la amenaza, teniendo en cuenta además que la Cúpula de Hierro no es «hermética» y, por tanto, cabía la posibilidad de que algún proyectil no sea interceptado.
Tras la activación de las alertas en varias zonas del país, entre ellas Tel Aviv, finalmente las FDI han dado por superada la amenaza, sin informar de posibles daños. Los bombardeos de Irán contra Tel Aviv han alcanzado las viviendas de dos de los empleados de la Embajada española en Israel, según ha desvelado el encargado de negocios israelí en Madrid, Dan Poraz. El Gobierno israelí estima que en Israel han muerto 24 personas como consecuencia de los ataques iraníes.